También llamado brainstorming, o lluvia de ideas es una técnica que se suele realizar para estimular la creatividad en equipo, también se puede aplicar de forma individual, para poder generar nuevas ideas y buscar soluciones a problemas actuales. El brainstorming no es solo un mero ejercicio creativo, sino que resulta esencial para poder estudiar cualquier idea desde diferentes perspectivas. Checa algunas ideas para sacarle provecho a la lluvia de ideas.
1– Define el tema a tratar
Para que el brainstorming no se convierta en una reunión en la que no se sabe exactamente para donde ir, tiene que existir un motivo concreto sobre el que partir; es decir, lo primero es definir el tema sobre el que se propondrán ideas.
2 – Explica las normas a los integrantes del equipo
No existen normas concretas, sino que más bien las pondrá cada moderador, pero es importante que existan algunas para que no se distorsione la reunión. Estas pautas pueden establecer desde pedir permiso para hablar, no interrumpir a los demás y no juzgar bajo ningún punto las ideas del otro.
3 – Brinda información antes de comenzar
La información ayudará a los integrantes a entender la dinámica y también podría estimular sus ideas.
Realizar un folleto informativo que para repartir entre los presentes antes de empezar es una buena idea. Este podrá tener un apartado donde se especifiquen las normas del ejercicio por escrito y en qué consiste, y otro sobre el tema a tratar con algunas ideas generales sobre el objetivo que se pretende alcanzar.
4 – Reparte libretas y bolígrafos
Las libretas y bolígrafos son insustituibles a la hora de dar rienda suelta a la creatividad.
Si bien una persona puede anotar una idea en su Smartphone o simplemente retenerla en su mente, al hacerlo en una libreta comienzan a surgir muchas otras ideas relacionadas, por lo que (por más mundo digital en el que estemos insertos) el lápiz y la hoja en blanco siguen siendo excelentes herramientas para estimular las ideas.
5 – Comienza y anota
El brainstorming o lluvia de ideas es exactamente eso, una “lluvia” de propuestas sobre una idea central. En esta instancia no se debe evaluar si una idea es buena, mala, inviable o posible; sino que se debe anotar todo lo que se proponga.