Un secreto es siempre intencionado y, como dicta la frase de George Orwell, el problema es que un secreto se arrincona en lo más hondo de nosotros mismos. Por eso los secretos pueden convertirse en una especie de carga de la memoria más profunda.
Aún así, al parecer la mayoría los guardamos y según un estudio publicado en US National Library of Medicine, estos pueden dividirse en 34 categorías generales.
Cabe apuntar que la mayoría de los secretos (según este estudio) son acciones que el sujeto asocia generalmente a faltas de ética o un comportamiento antisocial. El estudio también apunta a que estos secretos se convierten en una especie de carga psicológica, más allá de si la persona es consciente o no de ello. Es decir, la mayoría de los secretos no son inofensivos, y quizá, sea tiempo de cambiar nuestros secretos a otros que tengan que ver con experiencias íntimas, como un tesoro, sin que necesariamente se trate de la parte oscura de nuestra vida.
Según los resultados, las siguientes son las 34 categorías donde se engloban la mayor parte de nuestros secretos:
Daño a otra persona
Uso de drogas
Un mal hábito o adicción
Robo
Haber hecho algo ilegal
Daño a uno mismo
Aborto
Trauma
Mentiras
Violación de confianza
Deseo romántico
Descontento romántico
Pensamientos románticos con otra persona estando en una relación
Infidelidad emocional
Infidelidad sexual
Ser la persona con la que otro es infiel
Descontento social
Deslealtad laboral
Bajo desempeño laboral
Planes de pedir alguien matrimonio
Sorpresa por algo
Algún hobby
Una relación secreta
Secretos familiares
Embarazo
Orientación sexual
Comportamiento sexual
Abstinencia sexual
Pretensión (esconder que no te gusta algo que te hace popular)
Creencias o ideología
Finanzas
Trabajo o proyecto secreto
Ambición
Comportamiento inusual
Ahora, de los anteriores secretos, la mayoría afirmó tener en promedio 13 de ellos. Por su parte, el mayor rango de personas con secretos por categoría, se ubicó así:
60% Una mentira o impropiedad financiera
47% Violación de confianza
33% Robo, una relación secreta o descontento laboral.