CDMX – Desde Palacio Nacional, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo salió al paso de las protestas y bloqueos contra la Ley General de Aguas y subrayó que la reforma “no afecta a campesinos ni a pequeños productores”, sino que combate el acaparamiento y la corrupción histórica en las concesiones.
“La esencia es muy clara: dejar de ver el agua como mercancía y garantizarla como derecho humano. Por eso se limita la transmisión de derechos sin control de la Conagua y de manera totalmente transparente”, explicó la mandataria.
Sheinbaum reveló que al llegar al gobierno encontraron tres bases de datos distintas y contradictorias de concesiones, muchas ilegales, vencidas o duplicadas, lo que permitía que distritos de riego vendieran agua a municipios mientras ellos no pagaban. Hoy, dijo, ya existe una sola base de datos nacional que da transparencia total.
Tras meses de diálogo con ejidatarios, pequeños productores, Consejo Nacional Agropecuario, cámaras industriales y municipios, se incorporaron ajustes clave:
– Transmisión expedita de derechos entre familiares o dentro del mismo predio.
– Uso indistinto del agua para agricultura y ganadería (producción agropecuaria) sin cambiar permiso.
– Se despejaron rumores y noticias falsas que generaron confusión. “Hoy aparecen desplegados de muchas organizaciones diciendo que están de acuerdo con la ley. Quienes se oponen son quienes tienen muchísimas concesiones que no usan o concesiones ilegales que ahora tendrán que ponerse en orden”, sentenció la presidenta.
