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5 diciembre, 2025

ALITO

Campeche

ENDEUDARSE PARA PRODUCIR; “ALITO” EMPEÑÓ SIN CAUSA

CAMPECHE – La gobernadora Layda Sansores fue tajante: “La deuda es buena siempre y cuando para qué te endeudas. Para producir”. Esa frase resume la esencia de la solicitud de mil millones de pesos que el Gobierno de Campeche plantea hoy: No se trata de un endeudamiento más, sino de una inversión pública productiva con destino claro y efecto multiplicador.

El monto solicitado es apenas la mitad de lo que las calificadoras internacionales autorizan al estado y contrasta con los 2 dos 500 millones de pesos que Campeche paga cada año por la deuda heredada, la llamada “deuda de Alito”, contratada principalmente para construir el Puente de la Unidad.

Hoy ese puente está concluido, pero el tráfico pesado sigue cruzando por él porque nunca se construyó el libramiento que lo descargue.

Seguir pagando puntualmente el pasado sin invertir en el futuro sería, en los hechos, la peor de las deudas.

Durante su programa “Martes del Jaguar”, comentó que los recursos se destinarán a obras que generan retorno: la carretera Macuspana-Escárcega, impulsada desde la Presidencia de la República y clave para la integración regional; la modernización de la vía a Palizada; el malecón y, de manera urgente, el libramiento de Champotón que evitará un riesgo estructural inminente; y la rehabilitación de carreteras estatales necesarias para complementar el Plan Campeche y la operación del Tren Maya.

Cabe destacar que, todo el proceso cuenta con aval técnico de la Secretaría de Hacienda, cumple la Ley de Disciplina Financiera y mantiene el endeudamiento neto en niveles sostenibles.

Es, en palabras de la propia gobernadora, endeudarse para producir, no para gastar.

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Los estados vecinos lo han entendido así: Tabasco, Yucatán y Quintana Roo no crecieron por austeridad inmovilista, sino por invertir en infraestructura que hoy les genera empleo, turismo e inversión privada.

Campeche tiene la misma autorización crediticia y, por primera vez en años, un plan concreto para usarla con responsabilidad. La deuda es buena cuando sirve para producir. Lo que no produce es seguir destinando miles de millones al servicio de pasivos del pasado mientras las carreteras se deshacen y la competitividad se esfuma.

Los mil millones solicitados no resolverán todo, pero sí permitirán romper la inercia y empezar a recuperar terreno. La decisión que se tome definirá si Campeche sigue siendo rehén de sus deudas antiguas neoliberales o si, por fin, empieza a endeudarse, con medida y con causa, para construir su propio futuro.

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