CDMX – Un correo electrónico prometiendo un premio de 250 mil pesos, una tarjeta prepagada que “cayó del cielo” o un mensaje de WhatsApp con un código QR ganador. Así comenzaba el engaño que convertía a jubilados, estudiantes y amas de casa en lavadores de dinero sin saberlo.
Durante la conferencia matutina de Palace Nacional, el titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Omar García Harfuch, destapó el modus operandi de 13 casinos –físicos y en línea– que fueron suspendidos de inmediato por la Secretaría de Gobernación (Segob) y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
“Esto permitió detectar 13 establecimientos de juegos y sorteos, físicos y virtuales, con operaciones irregulares en los estados de Jalisco, Nuevo León, Sinaloa, Sonora, Baja California, Estado de México, Chiapas y la Ciudad de México”, detalló García Harfuch frente a la gráfica que marcaba los puntos rojos de la red criminal.
El mecanismo era tan cínico como sofisticado: delincuentes robaban identidades completas –CURP, cuentas bancarias,correos– de personas vulnerables. Luego les enviaban “premios” en efectivo ilícito a través de tarjetas prepago o transferencias SPEI. La víctima, emociona da, corría al casino más cercano o entraba a la plataforma digital para “cobrar” su supuesto golpe de suerte.
Ahí comenzaba la segunda fase: el dinero sucio se apost a b a e n r u l et a s, m á q u i n a s tragamonedas o mesas de blackjack. Minutos después, el sistema registraba “ganancias legítimas” que se transferían a cuentas en Belice, Islas Caimán o Panamá.
Desde esos paraísos fiscales, los recursos regresaban a México como inversión extranjera o pagos de empresas fantasma.
“Se analizaron casinos físicos y virtuales, un sector que, por su naturaleza de manejo intensivo de efectivo y transacciones digitales, presenta riesgos relevantes de lavado de dinero”, dijo Harfuch.
Y agregó: “Identificamos patrones de riesgo, irregularidades fiscales, operaciones inusuales y vínculos financieros transnacionales que afectaban la integridad del sistema financiero”.

