CAMPECHE, CAMP. Un préstamo que llega en minutos puede convertirse en un tormento. Los campechanos están siendo víctimas de una ola de extorsión digital impulsada por las llamadas “apps monta deudas”. Estas ofrecen créditos inmediatos con la única intención de robar información personal y luego extorsionar a usuarios con intereses impagables y amenazas.
Carlos Gutiérrez Alonso, titular de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF), explicó que no existe un registro estatal de afectados pues esto ata de manos a la comisión ya que no pueden intervenir. Tan solo a nivel nacional los reportes entre 2020 y 2023 superan los 19 mil 207 casos.
Advirtió que ante estos casos Condusef no puede hacer nada, ya que estas empresas operan en la clandestinidad de las redes sociales, sin registro fiscal, sin dirección física y sin regulación alguna. “No tenemos a quien dirigirnos”, sentenció. Además, lamentó el modus operandi de estos esta fadores, pues en cuanto el usuario instala la app, todos sus datos —contactos, WhatsApp, correos— quedan expuestos.
Tras un pequeño atraso en pagos activa la extorsión. “Los delincuentes acosan a la víctima y a su círculo cercano”, reiteró.
INTIMIDACIÓN, ACOSO Y EL “PHOTOSHOP DEL TERROR”
Cuando el usuario no puede pagar, la presión se vuelve incesante. Los delincuentes utilizan la información robada para hostigar, contactar a familiares y amigos, e incluso difundir imágenes manipuladas para intimidar. Este “Photoshop del terror” coloca a las víctimas en situaciones falsas y humillantes, elevando el nivel de miedo y vulnerabilidad.
Frente a este escenario, reiteró a campechanos a cambiar de número telefónico y bloquear a los extorsionadores. Además, la autoridad insiste en que la ciudadanía verifique siempre que cualquier institución financiera esté debidamente registrada y regulada antes de aceptar créditos.
El mensaje es contundente, lo que parece un préstamo fácil puede convertirse en una cadena de acoso digital que no respeta límites y que, por ahora, no tiene freno legal.
