CAMPECHE, CAMP. La controversia sobre los límites de Calakmul no está resuelta, pero la gobernadora Layda Sansores, asegura que el territorio no se ha perdido. Mientras Quintana Roo y Yucatán avanzan en sus alegatos ante la Suprema Corte, el estado campechano defiende que la polémica aún está en pausa, y que el corazón selvático del sureste mexicano todavía pertenece a su gente.
Esto luego de que el martes pasado, un rumor creció como fuego pues muchos medios aseguraban que Campeche habría quedado fuera del litigio por Calakmul por no presentar a tiempo la controversia constitucional. Carlos Fuentes del Río, consejero jurídico de Quintana Roo, afirmó que su estado se perfilaba como el “gran ganador” del conflicto territorial y que Campeche podría perder más de seis mil kilómetros cuadrados de selva.
Sin embargo, Layda Sansores no tardó en responder, pues negó con irmeza cualquier pérdida. “Ese asunto está cerrado ahorita, está en stand by. Ni los gobernadores, ni la Suprema Corte, ¡de dónde inventan?”, exclamó. Según la mandataria, junto con sus homólogos de Quintana Roo y Yucatán acordaron trabajar de manera conjunta y que “el tema de límites no se tocaba”.
La mandataria enfatizó que el proceso aún depende de la Suprema Corte y que nadie ha abierto el expediente para avanzar con el litigio. “Todavía a esto le queda mucho tiempo porque ahí tiene que entrar la Suprema Corte, definitivamente.
Yo creo que todavía esto tarda”, recalcó, buscando tranquilizar a campechanos y medios locales. Mientras la discusión judicial avanza, la población se mantiene atenta. Los ciudadanos sienten que, aunque los documentos y plazos sean fríos, el impacto será real: la selva que respira y vive en Calakmul podría redefinir el futuro de Campeche si la Corte decide en contra.
