CDMX. La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo confirmó la participación de empresarios estadounidenses en una vasta red de huachicol fiscal operada por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), respondiendo a un informe que detalla cómo cárteles mexicanos han construido un “imperio” de contrabando de combustible con apoyo de funcionarios y compañías del norte del Río Bravo.
“Sí hay personajes estadounidenses inmiscuidos dentro de las filas del CJNG y otros grupos criminales dedicados al robo de combustible”, declaró Sheinbaum durante su conferencia matutina, enfatizando que el esquema no solo evade impuestos por miles de millones de pesos, sino que financia actividades narcoterroristas designadas como tales por el gobierno de Donald Trump.
El reporte, basado en documentos judiciales y entrevistas, revela que familias como los Jensen —James y su hijo Maxwell, arrestados en Texas en abril— han traficado millones de litros de diésel robado desde México, procesado en refinerías estadounidenses y reintroducido como “lubricantes” o aditivos para burlar aranceles.
Sheinbaum detalló que las autoridades mexicanas, en coordinación con agencias como la DEA y el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, han abierto más de 7 mil carpetas de investigación por irregularidades en aduanas, ferrocarriles y estaciones de servicio, abarcando a empresarios, transportistas, agentes aduanales, militares y civiles.
Un caso emblemático es el del megabuque Torm Agnes, que descargó 120 mil barriles de diésel en Ensenada en marzo de 2025, destinados a Intanza —fachada del CJNG—, o la empresa Ingemar, acusada de traficar 24 millones de litros con facturas falsas. La mandataria rechazó que las indagatorias respondan a presiones externas —”falso”, sentenció—, y anunció que
jueces federales ya poseen informes legales completos para proceder con órdenes de aprehensión contra los implicados, incluyendo a 210 empresas ligadas al CJNG y detenciones recientes de tres empresarios, cinco marinos y exfuncionarios aduanales.

