CAMPECHE, CAMP. En Campeche, las actas de nacimiento también cuentan historias de transformación. El Registro Civil del Estado mantiene una demanda constante de trámites para el cambio de nombre y género, con entre 7 y 15 solicitudes al mes, una cifra que, aunque menor que en años anteriores, sigue marcando un cambio social profundo: más personas buscan ser reconocidas conforme a quienes realmente son.
Gustavo Quiroz Hernández, titular del Registro Civil, explicó que este tipo de trámite —conocido como cambio sexo genérico— se oficializó en el estado desde octubre del año pasado, y desde entonces las solicitudes no han dejado de llegar.
“Al principio teníamos hasta 30 personas por mes; ahora son menos, pero se mantiene constante. Se crea una nueva acta y la anterior se reserva”, explicó. Más allá del cambio de género, el Registro Civil también atiende otro fenómeno en aumento, la rectificación de actas por motivos de acoso o burla.
Nombres que antes parecían inofensivos, hoy pueden convertirse en blanco de bullying. “Por ejemplo, nombres antiguos como Agapito, que antes eran comunes, ahora generan rechazo o vergüenza en los jóvenes, y muchos piden eliminarlos o modificarlos”, comentó Quiroz Hernández.
El trámite, más que un documento legal, se ha convertido en una herramienta para la dignidad. El funcionario explicó que incluso existe la opción de generar actas completamente en lengua maya, si la persona así lo solicita. “El sistema permite emitir el acta totalmente en maya, si así lo desea el interesado”, detalló.
Detrás de cada trámite hay una historia distinta: personas que buscan vivir sin miedo, jóvenes que quieren dejar atrás el peso de un nombre impuesto, o ciudadanos que reclaman su identidad cultural. En los pasillos del Registro Civil no solo se registran nacimientos o defunciones; también se dan nuevas oportunidades para empezar de nuevo, esta vez, con el nombre y la identidad que cada quien elige llevar.
