MÉXICO.- Movimiento Ciudadano (MC), los “naranjitas”, han dado un portazo contundente al Partido Acción Nacional (PAN), dejando claro que no están dispuestos a ceder ni un ápice del terreno político que han conquistado con esfuerzo propio.
No quieren que les pase lo que al PRD, que perdió el registro o al PRI que “ya no pinta”.
Mientras Jorge Romero Herrera, presidente del PAN, anuncia un giro radical hacia la autonomía, rompiendo con alianzas electorales pasadas, presentes y futuras, MC se planta firme, rechazando cualquier acercamiento con un panismo que busca renacer tras años de tropiezos. Este desaire marca un punto de inflexión en el tablero político mexicano, donde el PAN, ahora solo, enfrenta el desafío de reinventarse sin el respaldo de antiguos aliados ni la apertura de los naranjitas.
Romero, durante el “relanzamiento” del PAN, fue categórico: “Ninguna sigla se antepondrá al PAN”.
Su decisión responde al clamor de la militancia por recuperar la identidad perdida tras el fiasco de las coaliciones con PRI y PRD en 2021 y 2024, que dejaron al PRD sin registro y al PAN en una irrelevancia histórica.
Sin embargo, MC, que ha consolidado su presencia en bastiones como Jalisco y Nuevo León, ve en el PAN no a un aliado potencial, sino a un competidor que podría intentar capitalizar su crecimiento.
Los naranjitas, celosos de su independencia y de su narrativa fresca, han cerrado la puerta a cualquier coalición, dejando al PAN sin opciones para sumar fuerzas en un contexto dominado por Morena.
El líder panista apuesta por la meritocracia como eje de su renovación: elecciones primarias abiertas, encuestas cualitativas y cuantitativas para elegir candidatos, y una plataforma tecnológica para nuevas afiliaciones. “Se acabaron las cadenas”, afirmó Romero, buscando empoderar a la militancia y desmantelar las cúpulas internas. Su discurso, cargado de referencias a “Dios” y valores tradicionales como la patria y la familia, apela a la base conservadora, pero podría alejar a los votantes urbanos y progresistas que MC ha sabido atraer con un mensaje moderno y ciudadano.
El desaire de MC no es solo un rechazo táctico, sino una declaración de temor a perder lo poco que han logrado: los naranjitas no quieren ser un apéndice del PAN ni compartir el reflector con un partido que aún lucha por definir su rumbo.

