En el marco del Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama, ha surgido una preocupante realidad en municipios, rancherías y ejidos de Tabasco: el machismo.
Esta ancestral forma de dominación se erige como una de las principales barreras para frenar el avance de esta terrible enfemedad, no permitiendo diagnósticos a tiempo sino que sean tardíos, lo que lleva prácticamente a las defunciones.
ESPOSOS NEGATIVOS
María Laura Vázquez Flores, responsable del programa de cáncer en la mujer del CESA Gaviotas, dijo que la negativa de los esposos a permitir que sus mujeres acudan a realizarse estudios preventivos, como la mastografía, está costando vidas.
En entrevista con Grupo Cantón, la licenciada en enfermería destacó que el cáncer de mama es una enfermedad que “no respeta género, ni clase social”.
MAYOR DESAFÍO EN COMUNIDADES RURALES
A pesar de que instituciones como el Sistema de Salud y Bienestar realizan esfuerzos intensos, incluyendo pláticas informativas y jornadas comunitarias sectoriales, la detección oportuna en las comunidades rurales sigue siendo un desafío, pues luchan contra el machismo.
“Parece mentira, pero todavía existe ese machismo; muchas veces el esposo no deja que la mujer se acerque a hacerse sus estudios. Muchas veces ni nos abren la puerta. Les llevamos incluso las vacunas a la puerta de su casa y no nos abren muchas veces”, evidenció.
Esta resistencia no solo retrasa la detección sino que se convierte en un factor de riesgo directo, pues a las pacientes se les detecta la enfermedad en etapas muy avanzadas.

