CAMPECHE, CAMP. Por primera vez en
décadas, los tres estados de la Península de Yucatán han sentado las bases para una alianza regional que promete transformar su economía y, de paso, salvar sus selvas.
Impulsarán juntos un modelo de “bioeconomía baja en emisiones” para generar riqueza aprovechando la inmensa biodiversidad de la región sin talar un solo árbol más.
Esto significa más recursos y desarrollo para las comunidades, sin hipotecar el futuro climático, así lo informó la Secretaría de Medio Ambiente, Biodiversidad, Cambio Climático y Energía (SEMABICCE). El compromiso de los estados, se formalizó en el “Taller de Alianzas para el Territorio: Bioeconomía, Clima y Bosques”.
Este encuentro, impulsado por Pronatura Península de Yucatán y la red internacional Governors Climate & Forest Task Force (GCF), se centró en un problema que impacta directamente en el bolsillo y la vida diaria de los peninsulares: ¿Cómo generar prosperidad sostenible antes de que el cambio climático y la deforestación acaben con el motor económico de la región?
Las mesas de trabajo abordaron cinco ejes estratégicos, desde conservación y restauración de ecosistemas; género, juventud e inclusión; políticas públicas; producción sustentable; y movilización de financiamiento, todos fundamentales para avanzar en la transformación territorial y garantizar el equilibrio entre desarrollo económico y cuidado.

