CAMPECHE, CAMP. La mañana de ayer, Campeche se paralizó… pero solo por un instante. Más de 30 mil personas abandonaron oficinas, escuelas y edificios públicos y privados al unísono, como si un huracán categoría 5 hubiera azotado la ciudad. Fue el segundo Simulacro Nacional 2025, un ejercicio histórico que mostró que la prevención no entiende de coordenadas ni de rutina.
Con alrededor de más 500 inmuebles participando, desde oficinas del gobierno hasta empresas privadas, la ciudad simuló un huracán categoría 5, el nivel más alto en la escala Saffir-Simpson, caracterizado por vientos sostenidos de 252 km/h (158 mph), con afectaciones hipotéticas en zonas vulnerables que, en un escenario real, podrían colapsar.
Anuar Dager Granja, titular de Protección Civil, destacó que la meta del simulacro va más allá de cumplir un protocolo. “No es solo salir del edificio, es saber cómo hacerlo y por qué. Estos ejercicios nos permiten estar alertas, repasar planes de emergencia y fortalecer la cultura de prevención”.
Por su parte, Hugo Villa Obregón, director de análisis y prevención de riesgos, enfatizó la coordinación con la Convocatoria Nacional de Protección Civil. En Campeche, se simuló un ciclón tropical, se emitieron alertas naranja y roja, y se invitó a la población a seguir su plan interno de protección civil, ya sea en oficinas, comercios o hogares.
CELULARES ALERTARON A CAMPECHANOS
“El momento crucial fue a las 12 del día, cuando por primera vez un mensaje de alerta presidencial sonó en todos los celulares del país, simulando la afectación del ciclón y recordando la importancia de resguardarse”, agregó.
Cuando los celulares sonaron con la alerta presidencial, muchos voltearon sorprendidos; la advertencia era clara, esto es un simulacro. La idea era probar la funcionalidad del sistema nacional de alertas y, de paso, afianzar la capacidad de respuesta de la ciudadanía ante emergencias.
TODOS PARTICIPARON
Desde temprano, dependencias como la Secretaría de la Contraloría, API Campeche, Fiscalía del Estado, Policía Estatal y Delegación de Programas Bienestar evacuaron a sus trabajadores, sumando a ciudadanos presentes. Todo se realizó con disciplina y sin incidentes, reflejo del esfuerzo previo de organización.

