En las comunidades de Hacienda Tankuché y Santa Cruz ex Hacienda, en Calkiní, los pasillos escolares comienzan a recuperar vida, aunque no del todo. Tras el brote de Coxsackie que dejó 30 casos confirmados en niños de preescolar y primaria, las clases se reanudaron de manera parcial.
Roberto Herrera Mass, subsecretario de Educación, explicó que regresaron únicamente los menores que ya superaron el cuadro de infección, mientras que los que aún presentan síntomas deberán esperar hasta la próxima semana.
La medida fue tomada en coordinación con la Secretaría de Salud, que recomendó mantener en casa a los pequeños que siguen contagiados para evitar nuevos brotes. “Los niños que ya hayan salido del cuadro regresan a clases, y los que persisten con el virus continuarán bajo supervisión médica y de sus padres en sus hogares”, detalló.
La mayor parte de los casos se concentra en la comunidad de Tankuché, también se reportaron contagios en Santa Cruz ex Hacienda, lo que motivó la suspensión de clases. La pausa en las aulas vino acompañada de la cancelación de actividades patrias, incluidos los desfiles, una medida que golpeó la vida comunitaria en pleno septiembre.
Mientras tanto, los planteles se mantienen en proceso de limpieza y sanitización, con el refuerzo del uso de gel antibacterial y filtros de entrada para reducir riesgos. Sin embargo, llamaron a padres a estar pendiente de sus hijos y no mandarlos a clases enfermos.
El subsecretario aseguró que el monitoreo continuará hasta que los contagios cedan por completo. Para las familias, el regreso escalonado es un respiro, unos niños ya vuelven a la normalidad, y otros, aunque aún enfermos, tienen un horizonte cercano para retomar la escuela sin temor a nuevos contagios.
