Octavio Romero Oropeza, actual titular del Infonavit, está nuevamente en el ojo del huracán. Su paso por la dirección de Petróleos Mexicanos (Pemex) entre 2018 y 2024 ha sido señalado por una investigación del Departamento de Justicia de Estados Unidos, que expone un esquema de sobornos que involucra a funcionarios de la empresa estatal durante su gestión.
La investigación estadounidense detalla que, entre 2019 y 2021, colaboradores de Romero Oropeza habrían recibido al menos 150 mil dólares en sobornos, incluyendo dinero en efectivo, bolsas Louis Vuitton y relojes Hublot, a cambio de otorgar contratos millonarios a empresas asociadas con los empresarios mexicanos Ramón Alexandro Rovirosa Martínez y Mario Alberto Ávila Lizárraga.
Ambos enfrentan cargos en Texas por violar la Ley de Prácicas Corruptas en el Extranjero (FCPA), según el Departamento de Justicia. Estos contratos, que alcanzaron un valor de al menos 2.5 millones de dólares, habrían beneficiado a compañías vinculadas con Rovirosa, quien también enfrenta acusaciones de nexos con cárteles mexicanos.
El caso es apenas una muestra de las irregularidades que han rodeado a Pemex, la petrolera más endeudada del mundo, durante años. Bajo la gestión de Romero Oropeza, la empresa acumuló una deuda de más de 100 mil millones de dólares y enfrentó críticas por ineficiencias operativas, pérdidas financieras y falta de transparencia.
La Auditoría Superior de la Federación (ASF) reportó en 2019 que Pemex registró pérdidas por 348 mil millones de pesos y presentó un alto riesgo de quiebra técnica, señalando deficiencias en la gestión de Romero, como la falta de idoneidad en los perfiles de los consejos de administración y la persistencia de prácticas corruptas.
Lo que agrava el panorama es que estas acusaciones no son nuevas. En 2020, legisladores del Partido Acción Nacional (PAN) denunciaron a Romero Oropeza ante la Secretaría de la Función Pública por presunto nepotismo, al identificar a ocho familiares suyos en la nómina de Pemex con sueldos de entre 29 mil y 139 mil pesos mensuales.
Asimismo, senadores han exigido que rinda cuentas por una deuda con proveedores que podría superar los 506 mil millones de pesos, un pasivo que ha desatado una tormenta política en regiones petroleras como Ciudad del Carmen, Campeche.
SILENCIO EN MÉXICO, REFLECTORES EN EU
A pesar de la gravedad de los señalamientos, las investigaciones en México sobre estos casos son prácticamente inexistentes. Mientras el Departamento de Justicia de Estados Unidos destapa redes de corrupción que involucran a funcionarios de Pemex, en territorio nacional las autoridades han sido reacias a profundizar en las acusaciones.
En redes sociales, usuarios han expresado indignación, señalando que Romero Oropeza, ahora en Infonavit, debería enfrentar consecuencias legales. “No es en el Infonavit donde debería estar Octavio Romero Oropeza, sino en la cárcel”, escriben usuarios.
PROBLEMA ESTRUCTURAL
El caso de los sobornos es solo la punta del iceberg. Durante la gestión de Romero Oropeza, Pemex enfrentó otros escándalos, como contratos desventajosos con empresas como Baker Hughes, que triplicaron sus ingresos entre 2018 y 2021, y la compra de plantas como Agronitrogenados, marcada por irregularidades.
