MÉXICO.- Más de 39 millones de personas de origen mexicano en Estados Unidos son la columna vertebral de sectores clave como la construcción, los servicios y la agricultura. Sin embargo, las políticas antimigrantes de la administración de Donald Trump, marcadas por redadas y campañas de criminalización, amenazan a esta comunidad esencial, desatando protestas y un llamado urgente desde México por un trato digno.
Datos del Colegio de la Frontera Norte (Colef ), basados en la Current Population Survey de 2024, revelan que, de los 332.3 millones de habitantes en Estados Unidos, más de 39 millones son de origen mexicano.
De ellos, el 69 por ciento son ciudadanos estadounidenses por nacimiento, el 10 por ciento por naturalización, el 8 por ciento son residentes permanentes legales y solo el 13 por ciento son migrantes no autorizados. El Colef rechaza el término “ilegales”, aclarando que estas personas cuentan con documentos de identidad y prefiere llamarlas “no autorizadas”.
De los 13.5 millones de migrantes no autorizados en EU, el 36.4 por ciento son mexicanos, principalmente en Texas, California e Illinois, con comunidades significativas en Georgia, Carolina del Norte, Arizona, Florida, Nevada, Nueva Jersey y Washington. Siete de cada 10 han vivido más de 10 años en EU, con un 37.5 por ciento entre 21 y 30 años, y un 11.2 por ciento con más de 31 años, evidenciando un profundo arraigo con familias y redes sociales consolidadas.
INDISPENSABLES PARA LA ECONOMÍA
La contribución de los mexicanos es innegable: el 72 por ciento de los migrantes no autorizados forman parte de la fuerza laboral estadounidense, sosteniendo sectores cruciales.
La construcción depende en un 28 por ciento de su trabajo, mientras que el 16.6 por ciento labora en servicios de alojamiento, alimentación, recreación, arte y entretenimiento. Además, el 13.7 por ciento se emplea en servicios profesionales, científicos, administrativos y de gestión de residuos, el 10.7 por ciento en manufactura, el 8.9 por ciento en comercio y el 6 por ciento en agricultura, silvicultura, pesca y caza.
Sin los mexicanos, estos sectores colapsarían. Incluso Trump reconoció esta semana que su política migratoria “muy agresiva” está afectando a la agricultura, hotelería y ocio, anunciando posibles ajustes.

