CDMX- La detención de la exmagistrada Lambertina N. en Chilpancingo marca un parteaguas en la lucha contra la impunidad, mientras el renovado sistema judicial promete desentrañar la red de encubrimiento que ocultó la verdad sobre los 43 normalistas.
En la madrugada del 14 de mayo de 2025, un operativo sigiloso de la Policía Federal Ministerial y la Guardia Nacional irrumpió en un exclusivo fraccionamiento de Chilpancingo, Guerrero, para detener a Lambertina N., una exmagistrada federal de 79 años señalada por su papel en el encubrimiento de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa en 2014.
Acusada de desaparición forzada y delitos contra la administración de justicia, su captura no solo desmantela una pieza clave de la red de impunidad que por una década protegió a los responsables, sino que simboliza el despertar de un nuevo Poder Judicial mexicano, comprometido con la verdad y la justicia.
“La justicia se vendió y los jueces callaron”, han gritado por años los familiares de los normalistas; hoy, con un sistema judicial renovado, México está más cerca de esclarecer uno de los capítulos más oscuros de su historia. Este reportaje especial explora cómo la detención de Lambertina N. marca un punto de inflexión en el caso Ayotzinapa y señala el fin de una era de complicidad institucional.
Con la detención de Lambertina N. no solo es un golpe a la redde encubrimiento que protegió a los responsables de Ayotzinapa, sino una señal de que el México de 2025 está decidido a cerrar las heridas del pasado. Los familiares de los 43, que han enfrentado una década de dolor y promesas incumplidas, ven en este nuevo Poder Judicial una esperanza renovada.
“Por primera vez, sentimos que alguien nos escucha”, dijo un padre frente a la Ciudad Judicial de Iguala, donde las protestas anuales han sido un símbolo de resistencia.
Sin embargo, el camino hacia la verdad es largo. La red de complicidad que Lambertina N. representaba podría implicar a más jueces, militares y políticos, cuyos nombres aún están por revelarse.
EXMAGISTRADA EN EL CENTRO DEL ESCÁNDALO
En la madrugada del 14 de mayo de 2025, a las 05:40 de la madrugada, mientras Chilpancingo aún estaba sumido en el silencio, Lambertina N. fue sorprendida en su residencia. Requirió atención médica por hipertensión, según medios locales, pero no pudo escapar de las acusaciones que la persiguen desde hace años. Como magistrada presidenta del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Guerrero en 2014, Lambertina tuvo un rol estratégico en el sistema judicial durante los trágicos eventos de Iguala, cuando 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa fueron desaparecidos por policías municipales y el cártel Guerreros Unidos.
Su detención, ejecutada tras una orden de aprehensión emitida por el Juzgado de Control de toluca, se centra en su presunta responsabilidad en la desaparición de grabaciones clave de las cámaras 12 y 15 del Palacio de Justicia de Iguala, que habrían captado el momento exacto en que los normalistas fueron raptados frente a las instalaciones judiciales.
La exmagistrada, según la carpeta de investigación, ordenó en 2014 la destrucción de estas grabaciones, argumentando que las imágenes “no eran claras por problemas técnicos”.
