Síguenos

¿Qué estás buscando?

2 junio, 2025

Cadetes

nacional

Cadetes campechanos salvan la vida en buque

La historia pudo terminar diferente. De hecho, para muchos, terminó con el corazón roto. El Velero Cuauhtémoc —ese emblema flotante de la Marina mexicana, orgullo de aguas internacionales— vivió este fin de semana su noche más oscura en las brillantes orillas de Nueva York.

Un choque con el imponente Puente de Brooklyn cambió de golpe lo que sería una travesía de formación y aprendizaje. Murieron dos cadetes, 20 resultaron heridos… y entre los 277 tripulantes, dos jóvenes campechanos se aferraron a la vida y al milagro.

Uno de ellos es Eduardo Sansores Buenfil, originario del municipio de Champotón. Apenas unas horas después del accidente, tomó el teléfono con manos aún temblorosas y llamó a casa. “Estoy bien, mamá”, dijo.

La frase más esperada en medio de la angustia. Junto a él también sobrevivió su compañero, Eduardo Trujeque, también campechano, también cadete, también con la vida colgando de un hilo que aguantó.

NAVEGAR CON HONOR, VOLVER CON MEMORIA

La noticia llegó a Campeche como lo hacen estas cosas: entre rumores, cadenas de WhatsApp y silencios inquietos. Pero luego vino la confirmación. Eduardo está bien. Eduardo los dos. Ninguno resultó lesionado físicamente. Pero el alma, dicen los que saben, también lleva cicatrices invisibles.

“No olvidemos a los que no corrieron con la misma suerte”, pidió la familia de Sansores, con el tono sereno de quien da gracias pero no celebra. En su breve llamada, Eduardo pidió oraciones por sus compañeros heridos, por los que ya no regresarán, por la familia naval que viste de blanco y ahora lleva el luto en el pecho.

Advertisement. Scroll to continue reading.

Hasta el momento, las autoridades navales mexicanas no han revelado mayores detalles sobre las causas del accidente. Solo se sabe que el impacto ocurrió cuando el Cuauhtémoc intentaba maniobrar cerca del histórico puente neoyorquino.

Te puede interesar

Advertisement