CAMPECHE, CAMP. Por primera vez, los guardianes de las abejas de Yucatán, Campeche y Quintana Roo se reunirán para enfrentar juntos una amenaza invisible, pero letal: los agrotóxicos. El Primer Foro Peninsular por las Abejas este 20 de mayo será el punto de quiebre en esta lucha que ya ha dejado miles de colmenas muertas.
Ante esto, la Alianza Maya por las Abejas Kabnalo’on, dio a conocer que, en el marco del Día Mundial de las Abejas, se reunirán más de 100 apicultores de los tres estados de la Península en el Centro Comunitario “Noj Naj Chacsinkín” en Yucatán, para decir algo que no puede seguir ignorándose: la muerte masiva de abejas está fuera de control.
Ahí, bajo el sol yucateco que todo lo abrasa, se escucharán las voces quebradas de hombres y mujeres que han visto morir sus colmenas en silencio durante años. Se hablará de cifras, de pérdidas, de amparos, de demandas… pero, sobre todo, se hablará de vidas: las de las abejas y las de las familias que dependen de ellas.
NO HAY NADA QUE CELEBRAR
La cita no es una celebración, es una emergencia. En Nohalal, Tekax, apenas hace dos días, 99 colmenas fueron halladas muertas. En Campeche, comunidades como Ich-Ek, Hopelchén acumulan pérdidas de más de 120 colmenas; otras tantas han desaparecido sin registro, porque no todos denuncian, no todos saben cómo hacerlo y muchos sienten que nadie los escucha.
El uso desmedido de agrotóxicos está matando no solo insectos, sino medios de vida, alimentos, y con ellos, una herencia maya de siglos. Miembros de la alianza, señalaron que, lo que están viviendo los apicultores no es una coincidencia ni una mala racha. Es el resultado de una política agrícola permisiva, ciega ante el impacto que provocan los plaguicidas.
“Esto no es nuevo, viene ocurriendo desde hace años, pero ahora el problema se ha expandido y profundizado”, dijeron. El objetivo del foro no es solo exponer casos, sino construir un posicionamiento conjunto y definir medidas urgentes. Quieren proteger a sus abejas, pero también proteger su derecho a vivir de su trabajo sin miedo a que el veneno se lo arrebate todo en un día.
ENTRE LA MIEL Y EL VENENO
La apicultura maya es más que producción. Es identidad, economía, cultura y biodiversidad. Cada colmena perdida no solo significa menos miel: es una familia afectada, es menos polinización, menos vida para las flores, menos alimento para todos.
Los apicultores apuntan a los agricultores como parte del problema. El uso indiscriminado de agroquímicos y pesticidas está generando una crisis ambiental que no distingue fronteras.
