CAMPECHE, CAMP. Entre paredes resquebrajadas y balcones vencidos por el tiempo, la historia de la ciudad grita auxilio. Ante esto, la Autoridad del Patrimonio ha lanzado un nuevo y urgente llamado a los dueños de casonas ubicadas en el Centro Histórico y barrios tradicionales para que las conserven… o enfrenten las consecuencias legales de ignorarlas.
El aviso no es nuevo, pero sí cada vez más desesperado. Las calles empedradas de la zona antigua no solo guardan memorias; también esconden una realidad incómoda: muchas de las propiedades están en ruinas.
Y aunque el gobierno ha invertido en la rehabilitación de varios puntos, esto ha sido un problema complicado con el que se ha estado trabajando desde hace tiempo. Por lo que la Autoridad del Patrimonio reiteró que, pese a los proyectos, el dueño de la casona debe cuidarla, pues no hay milagro que la rescate.
Los trabajos de restauración que se lograron en una primera y segunda etapa en el corazón del Centro Histórico fueron un respiro. Dignificaron la zona, devolvieron algo de su antiguo esplendor. Pero no bastó.
Lo que se ha venido abajo, además de la cantera y la madera, es el compromiso ciudadano con el legado.
