CAMPECHE, CAMP. No es la naturaleza la que incendia los terrenos en Campeche: es la basura. Por ello, la Secretaría de Medio Ambiente, Biodiversidad, Cambio Climático y Energía (Semabicce) advirtió que la mayoría de los incendios no son obra del clima, sino del llamado efecto lupa, provocado por la alarmante acumulación de desechos en terrenos baldíos.
Botellas de vidrio, cajas, bolsas de plástico y todo tipo de desperdicios abandonados terminan siendo el combustible perfecto para que el fuego despierte. La situación es preocupante. En la capital, existen más de mil terrenos baldíos, pero más de 200 de ellos están repletos de todo tipo de desechos.
Cada vidrio olvidado bajo el sol puede convertirse en una chispa mortal. Lo que parece un descuido menor, como dejar una botella en un lote vacío, termina gestando incendios que amenazan la vida, el medio ambiente y la seguridad de todos. “Estos incendios no son naturales, son provocados por la mano humana”, sentenció la titular de Semabicce, Jocelyn Durán Murrieta.
Aunque la lucha contra esta amenaza es diaria y agotadora. Brigadistas siguen peleando en el monte, entre humo y maleza, para contener los incendios que podrían haberse evitado con un poco de conciencia ciudadana.
