NACIONAL.- En un día soleado en el municipio de Progreso, Yucatán, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo encabezó el banderazo de inicio de las obras del Tren de Carga del Tren Maya, un ambicioso proyecto que promete transformar la economía del sureste mexicano.
Acompañada por el gobernador Joaquín Díaz Mena y autoridades federales, Sheinbaum Pardo recorrió los terrenos donde comenzará la construcción de un tramo de 70 kilómetros de vía férrea, que conectará Poxilá, Umán, con el puerto de Progreso, pasando por el parque industrial de Hunucmá.
El evento, cargado de simbolismo, marcó el arranque de una nueva etapa para el Tren Maya, una de las obras insignia del sexenio anterior. “Gracias al ex presidente Andrés Manuel López Obrador, el sureste dejó de ser olvidado.
Hoy, con el tren de carga, consolidamos el desarrollo económico y la justicia social para esta región”, afirmó Sheinbaum ante cientos de asistentes, entre trabajadores, militares y pobladores locales.
El director general del proyecto, Óscar Lozano Águila, detalló que las obras iniciarán formalmente a finales de abril o principios de mayo, con un plazo de 2 años y 6 meses para su conclusión.
Este nuevo tramo, diseñado inicialmente para carga, utilizará locomotoras similares a las del sistema ferroviario nacional, aunque no se descarta su futura adaptación para transporte de pasajeros.
En el lugar, la presencia de 20 unidades de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) evidenciaba la magnitud del proyecto: pipas, camiones de carga, tractores, vías y durmientes aguardaban el inicio de los trabajos.
El General de División Gustavo Ricardo Vallejos Suárez, ingeniero constructor de la Sedena, explicó que la construcción se dividirá en dos etapas.
La primera contempla 10 complejos de carga, incluyendo cinco terminales multimodales, cuatro patios de operaciones y una escuela de combustibles, interconectados a los mil 553 kilómetros del Tren Maya.
Las terminales multimodales de Progreso (Yucatán), Cancún (Quintana Roo) y Palenque (Chiapas) serán las primeras en materializarse, junto con un libramiento ferroviario y dos ramales entre Mérida y Progreso.
En total, se construirán 40 kilómetros de vías nuevas y se rehabilitarán 30 kilómetros existentes. “Este proyecto no solo conectará puertos estratégicos como Progreso, Escárcega y Chiapas, sino que generará 26 empleos directos, con mano de obra local y materiales de la región”, destacó Vallejos Suárez.
El gobernador Joaquín Díaz Mena no ocultó su entusiasmo. “Hoy comienza una nueva era para Yucatán, una era de justicia y desarrollo.
El Tren de Carga cambiará para siempre el destino del sureste”, afirmó. Junto a Sheinbaum, visitó el puerto de altura de Progreso, que recibirá una inversión para su modernización, consolidándolo como un nodo clave para el comercio regional.
Con este proyecto, el gobierno federal reafirma su apuesta por el desarrollo del sureste, una región históricamente marginada.
Entre vítores y el rugir de las máquinas, Progreso se posiciona como un pilar del renacimiento económico del país, mientras el Tren de Carga del Tren Maya comienza a tomar forma.
Esta obra contará con una inversión de 25 mil millones de pesos y cambiará el destino de sureste del país y sus habitantes, sumándose a los trabajos de modernización del Puerto de Altura de Yucatán, que contará con recursos de 12 mil millones de pesos.
