La muerte del Papa Francisco el 21 de abril de 2025, a los 88 años, ha marcado el inicio de un momento histórico para la Iglesia Católica. Tras un pontificado de 12 años caracterizado por su enfoque en la justicia social, la inclusión y la renovación eclesiástica, el mundo católico se prepara para un cónclave sin precedentes que definirá el rumbo de la institución en las próximas décadas.
En la Capilla Sixtina, 135 cardenales electores, provenientes de 66 países, se reunirán para elegir al próximo Vicario de Cristo, en un proceso cargado de simbolismo, secretismo y expectativas globales.
Entre los nombres que resuenan están dos cardenales mexicanos: Carlos Aguiar Retes y Francisco Robles Ortega, quienes representan la posibilidad de que, por primera vez, un latinoamericano vuelva a ocupar el trono de San Pedro.
LEGADO DE FRANCISCO Y EL CONTEXTO DEL CÓNCLAVE
Jorge Mario Bergoglio, el primer Papa latinoamericano, dejó una huella imborrable. Su énfasis en la “Iglesia de los pobres”, su apertura al diálogo interreligioso y su postura progresista en temas como el cambio climático y la migración transformaron la percepción del Vaticano.
