CDMX – Jorge Mario Bergoglio, conocido como el Papa Francisco, falleció el 21 de abril de 2025, dejando tras de sí un legado de austeridad que sigue sorprendiendo al mundo. Según el portal Celebrity Net Worth, el patrimonio neto del pontífice al momento de su muerte era de apenas 100 dólares (unos 90 euros), reflejo de su decisión de rechazar el salario anual de aproximadamente 330 mil dólares que le correspondía como líder de la Iglesia católica.
Aunque el diario británico The Mirror estima que los bienes asociados a su cargo papal —como cinco vehículos, un apartamento y vestimentas— sumarían un valor de 16 millones de dólares, Francisco mantuvo su compromiso jesuita con la pobreza evangélica. Su vida y decisiones, marcadas por la sencillez, lo llevaron a renunciar a lujos y a desafiar las tradiciones vaticanas incluso tras su muerte.
Fiel a su estilo, el Papa Francisco rechazó ser sepultado en tres ataúdes, como es costumbre, y expresó su deseo de no descansar en el Vaticano. Además, en un gesto sin precedentes, un benefactor anónimo, cuya identidad permanece desconocida, asumió los costos de su funeral, liberando a la Iglesia de esta responsabilidad. Este acto refuerza la imagen de un pontífice que, hasta el final, buscó vivir y partir con humildad.
Francisco, quien marcó su papado con reformas para acercar la Iglesia al mundo moderno, continúa siendo un símbolo de apertura y simplicidad, desafiando las expectativas sobre el rol del máximo representante católico.
