CDMX- La muerte del Papa Francisco, ocurrida este lunes, ha conmocionado al mundo católico y ha desatado un debate entre los fieles por una sorprendente coincidencia que vincula su fallecimiento con el del Papa Juan Pablo II, dos figuras icónicas de la Iglesia Católica. Ambos pontífices, separados por dos décadas, murieron en fechas cercanas a la Pascua, una de las celebraciones más significativas del cristianismo, lo que ha llevado a muchos a hablar de una “señal divina”.
JUAN PABLO II: UN PAPA INOLVIDABLE
Karol Józef Wojtyła, conocido como Juan Pablo II, asumió el papado el 16 de octubre de 1978, convirtiéndose en el Papa número 263. Su pontificado, que duró casi 27 años, es uno de los más largos de la historia.
Nacido en Polonia, Wojtyła perdió a su familia desde joven, trabajó durante la ocupación nazi y estudió en la Universidad Jaguelónica antes de responder al llamado sacerdotal. Ordenado en 1946, obtuvo un doctorado en teología en Roma y regresó a Polonia, donde escaló posiciones eclesiásticas: obispo auxiliar de Cracovia en 1958, arzobispo en 1964 y cardenal en 1967.
Como Papa, Juan Pablo II dejó una huella imborrable. Realizó 104 viajes internacionales, visitó 317 parroquias romanas, fundó las Jornadas Mundiales de la Juventud y promovió el diálogo interreligioso. Con 147 beatificaciones y 51 canonizaciones, su legado pastoral es inmenso. Su carisma lo convirtió en uno de los pontífices más queridos, y su funeral, el 2 de abril de 2005, reunió a más de 3 millones de fieles en Roma.
LA MUERTE DE JUAN PABLO II
Juan Pablo II falleció a los 84 años, el 2 de abril de 2005, un sábado previo al Domingo de la Divina Misericordia, una celebración que él mismo instauró para conmemorar la misericordia de Dios tras el Domingo de Pascua. Su muerte, causada por un colapso cardiocirculatorio derivado de una infección urinaria, marcó el fin del tercer papado más largo de la historia.
EL FALLECIMIENTO DEL PAPA FRANCISCO
Veinte años después, el Papa Francisco, el primer pontífice latinoamericano, murió el 21 de abril de 2025, un día después del Domingo de Pascua.
