CAMPECHE, CAMP. Ni el sarampión logró apagar el espíritu festivo de Hopelchén. La Feria de la Miel y el Maíz, ese evento donde la comunidad se abraza entre tradiciones, sabores y recuerdos, se realizará como estaba previsto, aunque con una clara advertencia: el virus no ha desaparecido, y el cuidado ahora es colectivo.
Ante esto, el alcalde Hiram Aranda Calderón, reiteró que tras la alerta de esta enfermedad que surgió desde finales de marzo, hasta ahora no se han registrado nuevos contagios y la situación está contenida. Y es que la SSA mantiene lupa sobre el municipio, pero aprovechó para llamar a la población a no alarmarse, pero tampoco a bajar la guardia.
Manifestó que, en colaboración con el Comité Estatal de Salud, encabezado por la titular Josefa Castillo, se analizó está situación y se tomó la decisión de que la feria “va”, pero bajo estrictas medidas sanitarias. Para muchos el festejo, no solo es diversión; también es la oportunidad de generar ingresos, recuperar un poco de lo perdido y sobre todo reencontrarse.
“Vamos a usar cubrebocas, gel antibacterial y a lavarnos las manos como antes. Si no te sientes bien, no salgas”, pidió el alcalde en un mensaje directo a la ciudadanía. El llamado no solo busca evitar contagios, también refuerza la cultura de la prevención que tantas vidas ha protegido, y sobre todo reiteró el llamado a la vacunación.
Aunque la noticia del brote inquietó a más de uno en el estado, el municipio decidió no frenar su motor cultural ni económico. La Feria de la Miel y el Maíz es más que un evento, es identidad. Y este año, será también símbolo de resiliencia. El alcalde aseguró que la decisión no fue tomada a la ligera: “Fuimos muy receptivos a las recomendaciones, habrá mucha responsabilidad”.
Hopelchén abre sus brazos al visitante, pero con reglas claras: vacunarse, cuidarse y respetar las medidas. La vacuna es gratuita y está disponible. “Vacúnate, vacuna a los tuyos”, pidió Aranda Calderón. Porque si algo dejó claro pese a los pocos brotes registrados, es que la fiesta también puedeser un acto de cuidado colectivo.
