CAMPECHE. Una cortina de tela blanca separa ahora el cielo abierto de las joyas coloniales que resguarda la parroquia de San Luis Obispo. Tras el colapso parcial del techo del templo, uno de los más antiguos y valiosos de la región, feligreses y autoridades religiosas se unieron para proteger el retablo principal de más de 15 metros de altura, una obra maestra del arte colonial alrededor de 16 imágenes, que estaba expuesta a la intemperie y aves.
La medida de emergencia, autorizada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), se implementó este fin de semana con la instalación de un enorme rollo de tela que cubre el retablo y las imágenes religiosas.
La acción busca evitar mayores daños mientras el INAH avanza en la licitación para la reconstrucción del techo y evalúa junto con la aseguradora el colapso de la estructura. Con la aprobación del INAH, la feligresía local compro e instaló una gran cortina de tela que actúa como barrera temporal entre el retablo y el exterior.
El derrumbe ocurrió recientemente, y la instalación de la tela se llevó a cabo este fin de semana como una medida urgente. Su protección es crucial para preservar el patrimonio cultural y religioso de la comunidad, especialmente ante la falta de un techo que lo resguarde.
