CARMEN, CAMP.- El saqueo sistemático de medicamentos e instrumental médico de los hospitales de Petróleos Mexicanos (Pemex) ha destapado una crisis que afecta directamente a los derechohabientes, quienes ven comprometida su salud y seguridad.
Esta práctica, atribuida a lo que ya se denomina como la “mafia petrolera de la salud,” no solo pone en riesgo la vida de miles de trabajadores y sus familias, sino que también expone una red de corrupción que opera con la aparente complicidad de funcionarios de Pemex y de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
Enrique León Ramírez, voz crítica dentro de este contexto, denunció que el deterioro del servicio médico en Pemex no es casual, sino producto de acciones deliberadas que violan el Contrato Colectivo de Trabajo (CCT) y dejan a los trabajadores desamparados. Según León Ramírez, muchos médicos de la institución argumentan la falta de instrumental médico para derivar a los pacientes hacia servicios particulares, donde paradójicamente se encuentran los insumos saqueados.
“El servicio médico de Pemex, que en su momento fue un orgullo de los petroleros, hoy da vergüenza. No hay medicamentos ni instrumentos básicos para atender siquiera los padecimientos más simples,” afirmó con indignación.
