CAMPECHE, CAMP.. Este 25 de diciembre, la Santa Iglesia Catedral de Campeche vibró con la alegría del nacimiento de Jesús. En una misa presidida por el obispo Francisco González González, los campechanos se unieron en oración, pidiendo por la paz mundial y la serenidad en sus corazones.
La homilía, cargada de un mensaje de esperanza, subrayó que el nacimiento de Jesús no solo fue un milagro, sino el inicio de un acto divino de amor. “Lo que no fue asumido, no es redimido”, explicó el obispo, resaltando que el Salvador asumió la humanidad en toda su fragilidad, excepto el pecado, para ofrecer redención.
“Pidamos al Señor en este día 25 por la paz en el mundo entero, la paz en nuestro país, la paz y la serenidad también de nuestros Padre y Dioses de Campeche. Pidamos el perdón de nuestros pecados. Yo confieso ante Dios Todo Poderoso y ante ustedes, hermanos”, exclamó.
En un contexto de conflictos globales, el obispo también instó a orar por la paz en el mundo, recordando las devastadoras guerras en Ucrania y África. A lo largo de la misa, los feligreses fueron invitados a reflexionar sobre la humildad de Cristo, quien “pasa desapercibido” en su misión de salvar al mundo.
