MÉXICO.– En un movimiento que reconfigura el panorama político mexicano, una facción vinculada a El Yunque, la cofradía ultracatólica conocida por su operación encubierta dentro de diversos partidos políticos, se reorganiza para consolidar la fundación del partido conservador “México Republicano”.
El resurgimiento de El Yunque, ha generado preocupación entre analistas políticos y organizaciones civiles. Este grupo, conocido por su agenda antidemocrática y su operación encubierta, busca regresar al escenario político formal con un discurso renovado, pero que conserva su núcleo ultraconservador y autoritario.
La movilización de estas fuerzas no solo redefine el espectro de la derecha mexicana, sino que plantea preguntas sobre la influencia de actores religiosos y empresariales en un contexto político donde los valores democráticos enfrentan múltiples desafíos.
México Republicano, más que un partido emergente, podría representar el regreso de una ultraderecha que apuesta por dividir al país en nombre de una supuesta moralidad conservadora.
Este movimiento, encabezado por el exgobernador panista de Guanajuato, Juan Manuel Oliva, refleja la intención de este grupo de ultraderecha de recuperar influencia política, apelando a sectores evangélicos, empresariales y libertarios.
Cabe destacar que, Juan Manuel Oliva, es identificado como uno de los líderes clave de El Yunque, encabeza este esfuerzo para atraer a panistas descontentos y consolidar una base política en el naciente partido.
Con apoyo de figuras prominentes de Guanajuato, como Alberto Diosdado, mentor y colaborador cercano de Oliva, así como políticos de distintas regiones, México Republicano busca formalizar su registro como partido político en 2025. Entre los adherentes se encuentran antiguos funcionarios municipales, exlegisladores y empresarios como Héctor Corona, Tere Pizano, y Vicente Caracheo, quienes comparten una agenda conservadora.
Además, Oliva ha reforzado su liderazgo con el respaldo de miembros del sector empresarial, entre ellos Francisco Rosete y Ygnacio Villafuerte, cuyas redes podrían facilitar la expansión del movimiento en estados clave.
ESTRATEGIA DE EXPANSIÓN
“México Republicano” ha centrado su estrategia en establecer bastiones en estados como Baja California, Guanajuato y Jalisco.
En Baja California, el grupo cuenta con el respaldo de asociaciones evangélicas como “Justicia y Paz”, mientras que en Guanajuato y Jalisco busca capitalizar el descontento de panistas con la dirigencia de Marko Cortés.
En Jalisco, figuras como Emilio González, exgobernador panista vinculado a El Yunque, y Fernando Guzmán, conocido por su agenda contra derechos reproductivos y matrimonios igualitarios, están en negociaciones para unirse al proyecto.
Guzmán, como secretario de gobierno de Jalisco, promovió controversias constitucionales en contra del aborto y los matrimonios entre personas del mismo sexo, lo que refuerza la orientación ultraconservadora de México Republicano.