CAMPECHE.- En un escenario político que constantemente pone a prueba la integridad de sus protagonistas, la gobernadora de Campeche, Layda Sansores San Román, ha demostrado una vez más su valentía y compromiso con los principios de justicia.
Durante una conferencia de prensa en el Senado de la República, asumió una postura contundente al declarar que defenderá hasta limpiar la imagen de Jorge Lavalle, exsenador recientemente nombrado secretario de Desarrollo Económico en Campeche, tras ser absuelto por un tribunal de las acusaciones de corrupción que pesaban en su contra.
El político campechano, con raíces panistas, se vio implicado en señalamientos realizados por Emilio Lozoya, exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex), quien lo acusó de presuntos vínculos en el controversial caso Odebrecht.
La gobernadora no solo reafirmó su confianza en Lavalle, sino que lo hizo enfrentándose a las críticas y controversias que su decisión ha generado. En palabras que resuenan con fuerza, Sansores expresó: “Quiero reconocer a Jorge Lavalle. Hoy lo agreden por todos lados; es un acto de injusticia lo que está viviendo, porque ya lo absolvió un tribunal y seguirá su curso hasta que quede totalmente limpio su nombre. Es de los pocos que me han acompañado”.
El nombramiento de Lavalle, lejos de ser una decisión tomada a la ligera, refleja el carácter firme y la visión de una líder que privilegia la justicia sobre las conveniencias políticas.
Asimismo, Sansores San Román, también admitió que no informó previamente a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, sobre esta designación.
En un país donde las acusaciones de corrupción suelen ser utilizadas como armas políticas, el caso de Jorge Lavalle es un recordatorio de que el sistema judicial puede y debe ser respetado cuando dicta una absolución.
Layda Sansores, al abogar por Lavalle, no solo defiende a un colaborador cercano, sino que envía un mensaje contundente: la justicia debe prevalecer sobre el linchamiento mediático y las venganzas políticas.
Este acto de Layda Sansores también refuerza su liderazgo como una figura que no teme ir contracorriente, incluso en un panorama político lleno de retos. Su capacidad para asumir decisiones difíciles y respaldarlas con firmeza evidencia su compromiso con un ejercicio de gobierno auténtico y honesto.
Con este paso, Layda Sansores no solo reivindica la trayectoria de un colaborador, sino que refuerza los valores de justicia y lealtad que caracterizan su administración. Es un recordatorio de que en la política mexicana todavía hay quienes luchan por la verdad y la dignidad, aún cuando las circunstancias parecen adversas.
