MÉXICO. La mesa de trabajo de Evangelina Rentería de la Cruz siempre ha sido un espacio de inspiración, y con paciencia y dedicación emergen grandes obras.
Sin embargo, en esta ocasión, el lugar guarda un aire especial: en sus manos, con delicadeza, se teje un pedacito de historia.
Como soldado Primera Auxiliar de la Fábrica de Vestuario y Equipo (FAVE) de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Evangelina Rentería borda, puntada a puntada, el Escudo Nacional de la Banda Presidencial que pronto ceñirá Claudia Sheinbaum Pardo, la primera mujer presidenta de México.
Con un brillo en los ojos y las manos firmes, Evangelina recuerda cómo comenzó este camino hace 17 años en su natal Iztapalapa, sin más maestro que la curiosidad y la práctica.
“No he recibido ningún curso, esto lo aprendí yo sola; me llamó la atención el bordado, cómo se maneja el canutillo, las puntadas… fui mejorando con el tiempo”, comenta con modestia, mientras sus dedos manejan los hilos con la destreza que le ha dado la experiencia.
El destino la ha colocado en un lugar de honor. No es la primera vez que borda una Banda Presidencial, pues tuvo el privilegio de hacer las que usó el presidente Andrés Manuel López Obrador durante su mandato.
Ahora, el reto tiene una dimensión personal. “Es un orgullo, primero por el Escudo Nacional, pero también porque será la primera mujer presidenta”, comparte emocionada. El orgullo que siente no es solo por ella, sino también por su familia, que sigue de cerca su trabajo, sabiendo que cada puntada lleva consigo una pequeña parte de su historia.
