En una de las decisiones más audaces de su sexenio, Andrés Manuel López Obrador fijó su mirada en el sector energético con una misión clara: devolverle a México el control de sus recursos estratégicos. En el corazón de esta cruzada se encuentran dos emblemas de la autosuficiencia energética: la construcción de la Refinería Olmeca en Dos Bocas, y la adquisición de Deer Park, la refinería texana que Pemex ahora maneja en su totalidad.
Ambos proyectos, en apariencia aislados, representan los cimientos de un legado que se ha convertido en la columna vertebral de la administración lopezobradorista: la lucha por la soberanía energética. En una región como México, rica en hidrocarburos pero dependiente de combustibles refinados en el extranjero, la autosuficiencia no es solo un tema de infraestructura, es una cuestión de soberanía nacional.
Desde su arranque en 2019, la Refinería Olmeca en Dos Bocas, ubicada en Paraíso, fue vista como el símbolo más potente del proyecto de AMLO. Con una capacidad proyectada de 340 mil barriles diarios, Dos Bocas promete reducir la dependencia de México de la importación de combustibles, que en 2018 alcanzaba los 927 mil barriles por día. Sin embargo, el costo de esta joya de la corona genera controversia.
Lo que comenzó con una promesa de 8 mil millones de dólares pronto se disparó a más de 18 mil millones, generando críticas tanto nacionales como internacionales.
A pesar de los sobrecostos y los retrasos, AMLO ha defendido su apuesta con convicción, argumentando que Dos Bocas no solo garantizará el suministro de gasolina y diésel, sino que permitirá a México procesar su propio crudo, independientemente de los mercados internacionales.
Las críticas han sido duras, a pesar de ello, el gobierno ha insistidoen que la refinería será clave para una transición gradual que permita a México depender menos del extranjero.
DEER PARK: EL AS BAJO LA MANGA
En enero de 2022, AMLO hizo un movimiento que pocos vieron venir: la compra de la refinería Deer Park en Texas, que Pemex había coadministrado con Shell desde 1993. Con una capacidad similar a Dos Bocas —340 mil barriles diarios—, Deer Park ha sido una adquisición estratégica que ya ha generado más de 1,700 millones de dólares en utilidades netas desde su compra.
A diferencia de Dos Bocas, Deer Park es un complejo completamente operativo que se ha integrado con rapidez en la estructura productiva de Pemex. Mientras que la refinería de Tabasco aún enfrenta desafíos logísticos y técnicos para entrar en plena operación, Deer Park ya funciona a su máxima capacidad y ha sido clave para reducir las importaciones de combustibles desde Estados Unidos. A pesar de estar fuera del territorio mexicano, su operación representa un alivio inmediato para las finanzas del país.
La visión de AMLO no se limita a construir nuevas infraestructuras.
Desde los primeros días de su administración, lanzó un ambicioso plan para modernizar las seis refinerías existentes en México, que hasta entonces operaban al 40 por ciento de su capacidad. Con una inversión de 8 mil millones de dólares, se espera que estas refinerías alcancen un 84 por ciento de capacidad para 2024. La rehabilitación de estas plantas no solo ha mejorado su productividad, sino que también ha reducido las importaciones de combustibles refinados.
Las refinerías de Tula, Salina Cruz, Madero, Minatitlán, Salamanca, y Cadereyta recibieron inversiones por aproximadamente 1,600millones de dólares cada una, lo que ha permitido que sus capacidades de refinación aumenten. La refinería de Tula, por ejemplo, pasó de operar a menos del 30 por ciento de su capacidad a casi el 70 por ciento en 2023, lo que ha generado un aumento significativo en la producción de gasolina y diésel.
COMBUSTIBLES: HACIA LA AUTOSUFICIENCIA
El objetivo final de estos proyectos es claro: procesar todo el crudo mexicano dentro del país. Para alcanzar esta meta, se espera que tanto Dos Bocas como las refinerías rehabilitadas permitan que México produzca la mayor parte de su gasolina y diésel a nivel nacional, sin depender de las importaciones. Actualmente, las seis refinerías rehabilitadas ya han alcanzado una producción combinada de 1 millón de barriles diarios, lo que representa un avance considerable en comparación con los años anteriores.
De acuerdo con Octavio Romero Oropeza, director general de Pemex, se espera que la producción de gasolina en México alcance los 600 mil barriles diarios para 2025, mientras que la producción de diésel llegará a 400 mil barriles. Esto no solo reducirá las importaciones, sino que permitirá que Pemex exporte una parte significativa de su producción, generando ingresos adicionales para la empresa estatal.
REFORMA DE 2013 Y EL ENFOQUE DE AMLO
Para comprender el impulso de AMLO en el sector energético, es necesario retroceder a 2013, cuando la administración de Enrique Peña Nieto aprobó la Reforma Energética. Esta reforma permitió la participación de empresas privadas en la exploración y producción de hidrocarburos, bajo el argumento de que Pemex no tenía la capacidad financiera ni técnica para explotar las vastas reservas del país. Sin embargo, AMLO criticó esta política como una “entrega de la riqueza nacional a intereses extranjeros”, y su administración se ha enfocado en fortalecer a Pemex y la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
El legado energético de AMLO está lejos de ser una tarea concluida, pero los cimientos que ha puesto con Dos Bocas, Deer Park y la modernización de refinerías nacionales lo colocan como el presidente que más ha invertido en la soberanía energética del país en las últimas décadas.