MÉXICO.– Alentado por intereses neoliberales, quienes no desean la reforma al Poder Judicial, el embajador Ken Salazar, insiste en entrometerse en asuntos que sólo competen a la nación mexicana. Ayer, la embajada de Estados Unidos emitió una repuesta a la nota diplomática que hace unos días envío el gobierno de la Cuarta Transformación.
“Como lo expresó el embajador Salazar, Estados Unidos apoya el concepto de reforma judicial en México, pero nos preocupa mucho que la elección popular de jueces no aborde la corrupción judicial ni fortalezca el poder judicial del Gobierno de México”, se lee en una carta que publicó el diplomático en sus redes sociales.
“Estados Unidos sigue apoyando el compromiso de México de fortalecer el Estado de Derecho a través de la reforma judicial, con el objetivo de crear un Poder Judicial que goce de independencia, autonomía y legitimidad”, se lee en la nota diplomática.
Se aclara que lo dicho por el embajador no representa una interferencia en los asuntos internos de México, e insistieron en el máximo respeto a la soberanía mexicana mientras se trabaja de manera conjunta en materia de seguridad y economía regional.
La postura del embajador Ken Salazar respecto a la reforma judicial en México es otro claro ejemplo de la injerencia que Estados Unidos ha ejercido históricamente en los asuntos internos de nuestro país. Al emitir una carta en la que expresa su preocupación por la elección popular de jueces, Salazar se permite el lujo de opinar sobre una decisión que compete exclusivamente al pueblo mexicano y a sus representantes democráticamente elegidos.
Cabe destacar que, la reforma judicial propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) es una medida que busca democratizar y transparentar un sistema judicial plagado de corrupción y opacidad. Sin embargo, en lugar de reconocer estos esfuerzos, el embajador estadounidense intenta desviar la atenciónhacia sus propios intereses, sugiriendo que la elección popular de jueces no resolverá los problemas que aquejan al poder judicial en México.
Pero, ¿quién es Ken Salazar para decidir qué es lo mejor para nuestro país? Esta actitud paternalista revela una falta de respeto por la soberanía de México y una incomprensión profunda de nuestra realidad política y social. La reforma judicial es un paso necesario para devolver el poder a la gente, y no a las élites que han mantenido secuestradas las instituciones judiciales durante décadas.