MÉXICO.- La reciente declaración de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre el brote de mpox, anteriormente conocido como viruela del mono, como una emergencia de salud pública de alcance internacional nos recuerda la fragilidad de nuestra situación sanitaria global. Esta es la segunda vez en dos años que se emite una alerta de tal magnitud para esta enfermedad infecciosa, una medida que subraya la seriedad de la amenaza que representa.
La OMS ha clasificado esta situación como una emergencia de salud pública de relevancia internacional, el nivel más alto de alarma en el marco de la ley internacional de salud. El director general de la OMS, Tedros Adhanom, ha enfatizado que la organización está colaborando estrechamente con los países afectados y aquellos en riesgo, desplegando equipos y recursos para gestionar y contener la propagación del virus.
El mpox, una variante menos letal de la viruela del mono, ha demostrado tener un potencial significativo para desestabilizar regiones y sistemas de salud. Aunque su transmisión es menos frecuente que la de otras enfermedades virales, la presencia del virus en 13 países africanos y su capacidad para cruzar fronteras plantea un desafío considerable para la salud pública internacional.