MÉXICO.– El empresario Claudio X. González, un nombre que se ha vuelto sinónimo de los intereses más oscuros de México, por lo que convocó a los neoliberales y también buscó acarreados para que a través de la Marea Rosa, el Frente Cívico Nacional, así como exdirigentes del PRD, (olvidó que ese partido ya no existe), se concentraron a las afueras del Instituto Nacional Electoral (INE) de la Ciudad de México y otros espacios públicos de diversos estados.
La convocatoria fue casi nula, pocos acudieron. En respuesta a ello, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, señaló que el pueblo es mucha pieza, no es tonto y no se deja engañar, y saben perfectamente que esta protesta es porque, tanto los empresarios como políticos neoliberales no quieren dejar sus privilegios. Rechazan la reforma al Poder Judicial, que en sexenios panistas y priistas les condonaban impuestos millonarios.
Es decir, sus demandas revelan la desesperación de quienes se ven amenazados por un gobierno que, por primera vez en décadas, ha puesto a la gente común por encima de los intereses corporativos y neoliberales que Claudio X. González representa. Los pocos que asistieron ridiculizaron con un espe
ctáculo ya previsto, un teatro bien ensayado, ya que entre los privilegios que más les duelen perder está el control sobre el Poder Judicial, un bastión que siempre les ha asegurado impunidad y poder.
Antes del discurso principal, a cargo de Leonardo Valdés, ex presidente del entonces Instituto Federal Electoral (IFE), Fernando Belaunzarán, un dirigente del PRD que no logró mantener el registro político en las elecciones pasadas, se quejó de que no se les permitió usar la explanada del INE. Este es solo otro ejemplo de cómo los que alguna vez dominaron la política mexicana con arrogancia, ahora lloran porque no pueden seguir manipulando a su antojo.