El presidente nacional del PRI, Alejandro “Alito” Moreno Cárdenas, ha renegado del neoliberalismo, el mismo modelo que encubrió sus actos de corrupción, y ha atacado ferozmente a exdirigentes del partido como Dulce María Sauri, Pedro Joaquín Coldwell, así como de Carlos Salinas y Francisco Labastida, acusándolos de difamar y dañar al partido. Estos, serán sometidos a un proceso de expulsión de las filas priistas.
Así el campechano, en un intento de justificar su controvertida reelección, la calificó como un “golpe de timón”, prometiendo que esta acción reposicionará al partido tricolor. En su discurso, arremetió contra el neoliberalismo, que durante más de 50 años, privatizó el país, esclavizó a obreros y campesinos, y les quitó sus prestaciones sociales, donde olvidó que él fue copartícipe.
Fue el momento en que arremetió contra los dinosaurios priistas pero no contra su patrón Claudio X. González, su patrón del momento, quien dicta la política conservadora. “Alito” Moreno también recordó que Dulce María Sauri era presidenta del PRI cuando por primera vez perdieron la Presidencia en 2000 y durante el escándalo del Pemexgate. “No sólo no renunció, se quedó dos años al frente del partido”, subrayó. Además, afirmó que hay muchas propuestas de los estados de la República para solicitar a la Comisión de Justicia la expulsión de estos exdirigentes. En una acusación aún más grave, culpó a Carlos Salinas de Gortari y a Manlio Fabio Beltrones de conspirar en el asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta, candidato a la presidencia en 1994.
“Los vamos a exhibir a esta bola de cínicos y corruptos sinvergüenzas”, afirmó Moreno en conferencia de prensa, donde anunció los resolutivos de la Asamblea Nacional del PRI, en los que se aprobó su reelección por al menos otros ocho años. Acompañado por la secretaria general Carolina Viggiano y por los coordinadores en la Cámara de Diputados, Rubén Moreira, y en el Senado, Manuel Añorve, Moreno aseguró que no permitirán nunca más que “esos perfiles rancios del viejo régimen” vuelvan a manchar el nombre del PRI. “A partir de hoy los vamos a poner en su lugar y los vamos a contestar y los vamos a exhibir, con firmeza y con claridad”, declaró.
También destacó que muchas propuestas y solicitudes piden presentar ante la Comisión de Justicia y Partidaria la expulsión de aquellos que han atentado contra la unidad del partido. “Como ellos me han difamado y calumniado todos los días, ellos no hacen propuestas para el PRI, ellos atacan a su dirigente y lastiman al PRI”, enfatizó, enumerando a sus críticos uno por uno. De Dulce María Sauri, quien recientemente lo ha cuestionado en medios, recordó su rol durante la derrota presidencial de 2000 y su implicación en el Pemexgate.
De Pedro Joaquín Coldwell señaló: “no tiene vergüenza, díganme cuándo se ha parado en el partido”. Aseguró que uno de los grandes lastres para el PRI fue la narrativa que se dio desde 1994 de que el partido asesinó a su propio candidato presidencial, Luis Donaldo Colosio, y mencionó a Manlio Fabio Beltrones como uno de los implicados en estos señalamientos. Moreno concluyó que enfrentará a estos detractores con todo el peso del partido y pedirá la creación de comisiones para investigar a fondo estas acusaciones, argumentando que estos “cínicos” han lastimado el nombre y el prestigio del PRI.
CAMBIOS EN LOS ESTATUTOS DEL PRI
Durante la 24 Asamblea Nacional del PRI, se aprobaron cambios a los estatutos del partido, permitiendo la reelección de la dirigencia nacional hasta en tres periodos consecutivos de cuatro años. Esta reforma permitiría a Alejandro Moreno buscar su reelección desde este año, extendiendo su liderazgo potencialmente hasta 2032. La reforma también da mayor control a la cúpula del partido sobre los legisladores federales y estatales.
TRAICIONA A ‘VACAS SAGRADAS’ PRIISTAS
Alejandro “Alito” Moreno Cárdenas, esquivó la pregunta sobre si buscará la reelección como dirigente del PRI. En lugar de responder directamente, ha preferido desviar la atención hacia la larga historia de crisis del partido, lanzando fuertes críticas contra figuras emblemáticas como Manlio Fabio Beltrones y el expresidente Carlos Salinas de Gortari, a quienes vinculó con el asesinato del candidato presidencial Luis Donaldo Colosio en 1994.
“Se acabaron las vacas sagradas en el PRI”, declaró con firmeza. En su discurso, Moreno Cárdenas arremetió contra los pesos pesados del PRI que han cuestionado su liderazgo, tachándolos de “cínicos, corruptos y sinvergüenzas” que, según él, han dañado al partido.
Al estilo de la panista Xóchitl Gálvez, “Alito” se distanció de los neoliberales y pidió la expulsión de prominentes priistas como Dulce María Sauri, Pedro Joaquín Coldwell y Francisco Labastida. “Son un grupo de cínicos que han difamado y calumniado a diario. Atacan a su dirigente y dañan al PRI”, declaró, afirmando que ha recibido numerosas peticiones en los estados para que la Comisión de Justicia del partido considere la expulsión de estos miembros.
