MÉXICO.- La diputada Montserrat Arcos ha puesto sobre la mesa una reflexión contundente sobre el futuro del PRI: Modificar el logo, los colores y hasta el nombre del partido como una estrategia desesperada para mantenerse en el poder. La cual, agregó, es una propuesta ilógica de su dirigente nacional, Alejandro “Alito” Moreno Cárdenas.
El argumento de la legisladora no se limita solo a la superficialidad de un cambio de imagen, sino que apunta hacia una gestión interna cuestionable y una falta de autocrítica por parte de la actual dirigencia. Señaló irregularidades en la gestión de recursos y la falta de transparencia, lo cual ha debilitado aún más la posición del PRI en el panorama político nacional.
Además, la diputada destacó cómo la falta de liderazgo efectivo ha llevado al partido a una representación mínima en la Cámara de Diputados y a la pérdida de registro en algunos estados. Esta situación, dijo, refleja un PRI que ha perdido el rumbo y que enfrenta una crisis de identidad y de confianza con sus propios miembros y con la ciudadanía en general.
Por otro lado, la exdirigente Dulce María Sauri ha denunciado múltiples irregularidades en la próxima Asamblea Nacional del PRI, resaltando la falta de claridad sobre el lugar de realización y los participantes en las comisiones dictaminadoras.
