MÉXICO.- La presión sobre Alejandro “Alito” Moreno Cárdenas, dirigente nacional del PRI, y Marko Cortés Mendoza, presidente del PAN, se intensifica tras los desastrosos resultados electorales. A su vez, Claudio X. González Guajardo, el estratega detrás del bloque opositor, también enfrenta fuertes críticas y llamados a retirar su influencia.
En las elecciones recientes, el PRIAN solo logró retener una de las nueve gubernaturas en juego: Guanajuato, donde Libia Dennise García Muñoz Ledo ganó por un margen de 11 puntos. Este resultado es significativamente menor en comparación con la victoria de Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, quien, hace seis años, superó al candidato de MORENA, Ricardo Sheffield, por 25 puntos. Además, el PRIAN perdió Yucatán, una entidad que nunca había sido gobernada por la izquierda.
Antes esta crisis, Francisco Labastida Ochoa, excandidato presidencial del PRI, declaró que el partido debe realizar una autocrítica honesta y que Alejandro Moreno Cárdenas debería renunciar. Labastida resaltó que Moreno ha
