MEXICO.- Como es su costumbre, Alejandro “Alito” Moreno Cárdenas siempre juega a su conveniencia, actúa sin ver cuánto perjudica al Partido Revolucionario Institucional (PRI), o a sus militantes. Hoy, la moneda de cambio es Beatriz Paredes Rangel, quien tuvo mejores resultados de aceptación de todos los priistas. Hoy la presiona para que renuncie a la contienda, la quiere ocupar para conseguir la presidencia de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados.
Al igual, el Frente Amplio por México (FAM) integrada por PRI, PAN y PRD, quiere imponer a Xóchitl Gálvez Ruiz como única contendiente. Sin embargo, Paredes Rangel se rebela y mantiene su postura de no bajarse de la contienda “y que el domingo se decida quién es la ganadora”.
La priista, quien ha sido diputada, senadora, exgobernadora de Tlaxcala e incluso presidenta nacional de su partido, expuso que, luego de escuchar las declaraciones de “Alito”, considera conveniente, “antes de que yo tome cualquier decisión”, conocer los resultados de las encuestas que mandó realizar el Frente Amplio por México y que, destacó, son las únicas válidas para el efecto de incidir en la definición de la Coordinación del Frente.
Mientras, “Alito” Moreno se mueve en lo oscurito y negocia con panistas y perredistas dos cargos: la presidencia de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados y la candidatura a la Jefatura de gobierno de la Ciudad de México.
Es decir, estas son las condiciones para que la senadora tricolor se baje de la contienda interna y le levante la mano a Xóchitl Gálvez Ruiz. Esto sin consultar a la corcholata priista.
A lo que tajante, respondió Beatriz Paredes: “Decidí no declinar porque comprometerme con un proceso, tiene que ver con entender la naturaleza del Frente Amplio, tiene que ver con entender que estamos cambiando la historia de cómo se hace política en México, porque si las mujeres vamos a repetir el modelo patriarcal de los arreglos perdónenme, pero estamos jodidas”, respondió a su líder priista.
