Sus adversarios políticos, por su parte, tenían diversos sentimientos. Sentían que el abanderado de la coalición conformada por el PRI, Nueva Alianza y el PVEM estaba muy joven, y aunque reconocía que había adquirido cierta experiencia legislativa –que por las noches, a la hora de acostarse, procuraban rechazar–, fácilmente lo podrían derrotar; pero al día siguiente, a la hora en la que se reunían en privado, renacía con más fuerza la sospecha de que el asunto no sería tan sencillo, ya que las encuestas lo ubicaban encabezando las preferencias en los comicios a celebrarse el domingo 1 de julio de 2012.
Así pasaron los días, lentos como los siglos para Manuel y sus adversarios políticos. Y el día señalado llegó, es decir, el de las elecciones, en las que el candidato a la gubernatura de Chiapas de la coalición integrada por los PRI, PVEM y Nueva Alianza, obtuvo un rotundo triunfo. Ese mismo domingo, al filo de las 12:49 de la noche, el Programa de Resultados Electorales Preliminares le dio la victoria virtual, con 68.4 por ciento de las preferencias electorales.
Dejando en segundo lugar a María Elena Orantes, de la coalición “Movimiento Progresista”, conformada por el PRD, PT y Movimiento Ciudadano con 16.8 por ciento de los sufragios; seguidos por los candidatos del PAN y el Partido Orgullo Chiapas con 8.7 y 1.3 por ciento, respectivamente.
Chiapas fue una de las seis entidades donde se renovaron gubernaturas ese domingo. El todavía gobernador, Juan José Sabines Guerrero, aseguró que las elecciones transcurrieron en calma y de manera participativa, incluidas las zonas consideradas de riesgo en estos comicios. Como haya sido, el hecho es que con su triunfo Manuel Velasco Coello se convirtió en el gobernador más joven del país, al obtener más de un millón cien mil votos. El 8 de diciembre de ese año, asumió la titularidad del Poder Ejecutivo de Chiapas para el periodo 2012-2018, ante las acusaciones de los partidos de oposición de que las elecciones estuvieron plagadas de gastos excesivos e irregularidades.
COMO EN LAS PELÍCULAS DE AMOR
En el camino a la gubernatura de una de las entidades más olvidadas por los diferentes gobiernos federales y estatales, durante su campaña, al joven aspirante se le vio acompañado de la cantante y actriz Anahí. Repicaron las campanas, se quemaron cohetes, se regaron las flores y comenzaron los chismes y rumores de que el apuesto y consentido hijo de doña Leticia, tenía una relación amorosa con la guapa dama conocida como Anahí, quien, a la edad de dos años, había iniciado su carrera en el programa “Chiquilladas”, y en 2004 logró fama internacional cuando actuó en la telenovela “Rebelde”, y formó parte del grupo musical RBD.
Los chismes y los rumores, en honor a la verdad, los iniciaron las revistas y programas de espectáculos. Inclusive comenzaron buscarle parecido a la relación que sostenía Enrique Peña Nieto, entonces candidato del PRI a la Presidencia de la República, con la actriz de telenovelas Angélica Rivera, La Gaviota. Al mexiquense, la gente lo identificaba por su copete tipo rockero de los años sesentas, por ser “guapísimo” y un atractivo visual para las damas, más que por su desempeño como gobernador del estado de México. Era tan popular que durante la campaña presidencial algunas encuestas y medios de comunicación, ya lo daban como el ganador
¿IMITABA A PEÑA?
Diversos medios creían ver que con esa relación el chiapaneco intentaba “imitar” al enamoradizo mexiquense. Se atrevían, incluso, a calificar a Anahí, como “la nueva Gaviota”, en alusión a Angélica Rivera. En su toma de protesta como gobernador, el 8 de diciembre del 2012, Anahí no dejó de aplaudirle y enviarle besos. Sin embargo, sería hasta el mes de julio de 2013 cuando la pareja dio a conocer su romance a través de Twitter, confirmando lo que ya se sabía.
Un mes después, ambos aparecieron besándose frente al Times Square, New York, en la portada de la revista “¡Hola!” bajo el título: “El más romántico beso de película”. Desde entonces sus fotografías y mensajes de amor no dejaron de aparecer en las redes sociales, y con más frecuencia se les veía juntos en actos oficiales.
EL ABUELO INCÓMODO
Pero no todos en Chiapas estaban de acuerdo con sus actitudes como gobernador electo y fríamente se lo hicieron saber. Antes de tomar protesta como mandatario, su abuelo materno don Fernando Coello Pedrero, le escribió una carta en la que le pedía desmarcarse de su antecesor: Juan Sabines Guerrero, por haber dicho que integraría su gabinete con un grupo de declarados sabinistas, como Ricardo Aguilar Gordillo, Plácido Morales, Carlos Penagos, César Corzo Velasco y Juan Carlos López Fernández, entre otros.
El abuelo, pronto recibió respuesta del exgobernador Sabines Guerrero, pero también de su nieto entonces gobernador electo quien le reprochó su comportamiento mediático. “Lucrar política o económicamente, mediante el usufructo del parentesco con un mandatario, es por demás reprobable”, publicó. Desde luego que don Fernando Coello no se quedó callado, y le reclamó en otro escrito que lo hubiese “abucheado” en los principales periódicos de la entidad. Dijo que sus palabras no las merecía y como su abuelo le debía reverencia.