“¡Soy más mexicana que el mole!”, contestó Claudia Sheinbaum en su cuenta de Twitter después de haberse divulgado en redes un acta de nacimiento en la que aparece que nació en Bulgaria y posteriormente fue registrada en México. Subió también copia de su certificado de nacimiento, donde se lee que nació en el Distrito Federal. Ya otros autores habían notado, y con razón, la inverosimilitud de que la pequeña hubiese venido a dar a la Ciudad de México desde un país tan remoto de Europa Central como Bulgaria, y su principal razón es que cuando ella dice que es mexicana, su fundamento tendría para ello.
Por último, Sheinbaum, en el mismo Twitter, es contundente con más extensión, y merece todo crédito: “para aquell@s que andaban con el pendiente o inventando rumores –reitera– ¡soy más mexicana que el mole! A las pruebas me remito”.
Convienen todos en que sus primeros estudios los cursó en la escuela privada “Manuel Bartolomé Cossío”, en Tlalpan; que perteneció a un grupo musical folklórico llamado “Pilcuicatl-Los niños que cantan”, en el que tocaba la guitarra e interpretaba canciones junto al hoy cinco veces galardonado actor con el Premio Ariel, Daniel Giménez Cacho; que el bachillerato lo cursó en el CCH, plantel sur; que participó en el movimiento estudiantil de 1986 a 1987; y que en ese lapso se casó con Carlos Imaz, uno de los fundadores del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y exjefe delegacional de Tlalpan, relación que duró casi tres décadas.
Así, entre mítines, reuniones privadas y callejeras, holganza y mucho estudio pasó Claudia Sheinbaum su formación universitaria. Etapa en la que, como ya dijimos, fue integrante del Consejo Estudiantil Universitario (CEU) de la UNAM, grupo de alumnos que rechazaban el “Plan Carpizo”, con el cual el rector Jorge Carpizo pretendía reestructurar a la máxima casa de estudios, y un año después, en 1987, se convertirían en el brazo juvenil fundador del PRD.
Pero apenas comenzó 1995 fijó sus metas: primero se incorporó al cuerpo académico del Instituto de Ingeniería de la UNAM, centrando su trabajo en la investigación, para documentar la vinculación entre energía y el cambio climático. Después, becada por esa casa de estudios, machacó día y noche en aprender aún más para viajar a California, Estados Unidos, donde realizaría investigaciones para su doctorado en el Lawrence Berkeley Laboratory, durante cuatro años. Lo que le permitió escribir varios artículos científicos, que hablan sobre el uso de energía y las emisiones de bióxido de carbono en la industria del hierro y el acero en México.
• Incursionó en el gabinete de AMLO en el Gobierno del Distrito Federal
Destaca como asesora e investigadora científica
• Desde el CCH, el activismo lo trae en la sangre
Su extensa biografía habla de una mujer que, para los tiempos que nos ocupan, ha estado en casi todo lo relacionado con la investigación científica y tecnológica: egresada del Programa de Estudios Avanzados en Desarrollo Sustentable y Medio Ambiente (LEAD-México) del Centro de Estudios Demográficos, Urbanos y Ambientales; egresada del Programa de Estudios Avanzados en Desarrollo Sustentable de El Colegio de México; integrante del Sistema Nacional de Investigadores y de la Academia Mexicana de Ciencias; asesora de la Comisión Nacional para el Ahorro de Energía y de la Gerencia de Estudios Económicos de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
En 2007 se incorporó al Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU (IPCC), como autora por contribución para el tema “Mitigación del cambio climático” del Cuarto Informe de Evaluación; equipo que fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz, junto con el exvicepresidente de Estados Unidos, Al Gore, “por sus esfuerzos para construir y difundir un mayor conocimiento sobre el cambio climático causado por el hombre y poner las bases para tomar las medidas necesarias para contrarrestar ese cambio”. En 2013 participó, junto con otros once expertos, del tema “Industria” del Quinto Informe de Evaluación del IPCC.
LLEGA A GABINETE DE AMLO EN EL GDF
Llegado Andrés Manuel López Obrador a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, en el año 2000, la doctora Claudia Sheinbaum Pardo, a los 38 años, fue incluida en el gabinete como secretaria de Medio Ambiente del Distrito Federal. Asumió el cargo el 5 de diciembre de ese año.
Y como especialista en todo lo concerniente al medio ambiente, encabezó proyectos relacionados con el aprovechamiento de la energía solar, el control de emisiones, así como la procuración del Suelo de Conservación. Fue, además, responsable de la construcción del segundo piso del Periférico, de la primera línea del Metrobús y de una central de cómputo para controlar los verificentros de la capital. Supieron entonces los capitalinos que la Secretaría de Medio Ambiente había logrado, entre otras cosas, reducir los índices de contaminación atmosférica; creado Reservas Ecológicas Comunitarias, e iniciado un ambicioso programa de sectorización de la red de agua potable.
Pero cuando Andrés Manuel López Obrador dejó la jefatura de Gobierno del DF, para buscar la candidatura del PRD a la Presidencia de la República, en 2006, llevó consigo a la doctora Sheinbaum Pardo. Así, pues, renunció a la Secretaría de Medio Ambiente, para integrarse al equipo de campaña del tabasqueño como su vocera para las elecciones presidenciales de ese año
Es a partir de ese año, que la biografía de poder de la científica habla de una mujer que prácticamente deja la ciencia y la tecnología para las que se preparó durante largos años, para hacer carrera y sumergirse de lleno en la política de las grandes ligas, de la mano de un político-político que por primera vez buscaba la Presidencia de México, aunque sin garantía de ganar, porque el sistema establecido no se lo permitiría (continuará).
