ALITO YA ES HISTORIA, PERO… ¿Y EL PRI?

NACIONAL. Alejandro Alito Moreno Cárdenas está a punto de ser depositado en el basurero de la historia política, aquél a donde llegan los insepultos, los no deseados, los apestados, los impresentables, los que por su propia boca mueren…

Su nombre ya es sinónimo de morbo, egolatría, odio, ruindad y vituperios. Casi no hay duda de que, en estos momentos, Alito encarna a lo peor de un político, y perdió lo más valioso que tenía: la credibilidad.

Independientemente de los resultados electorales de las gubernaturas que se renovarán el domingo 5 de junio –en donde se pintarán de morado seis de cinco entidades, de acuerdo a sondeos–, Alejandro Moreno ya es un priísta incómodo para su propio partido.

Y si tuviera un dejo de vergüenza, debería renunciar a la dirigencia del tricolor, pues sus resultados no han sido malos, sino lo que le sigue.

Pero se ve difícil que Alito deje su cargo, su ego no le permite reconocer la derrota, y hace unos días tuvo la ocurrencia –pues no pasará de eso– de destaparse para la Presidencia de la República en 2024. ¿Qué tal sus sueños guajiros?

No obstante, aquí nos encontramos con un dilema: ¿quién podría suceder a Alito en la dirigencia del PRI?

Eso preguntamos en fuentes del tricolor, quienes lo pensaron mucho antes de atreverse a dar un nombre… así de flaca y escuálida está su caballada.

Pero surgió uno, nombrado por ellos, que podría dar la batalla desde la dirigencia del Revolucionario Institucional: Miguel Ángel Osorio Chong, el exsecretario de Gobernación en el sexenio pasado, quien se ha mantenido a la saga, discreto y su nombre no está envuelto en escándalos mediáticos.

¿Será el bueno para administrar lo que quede del PRI, después de la paliza que le darán el 5 de junio? Al tiempo…

Te puede interesar.

Campeche HOY