CAMPECHE . En la Cuarta sesión ordinaria, del tercer periodo ordinario de sesiones del primer año de ejercicio constitucional, se llevó a cabo la lectura, debate, y aprobación, promovida por el diputado del PVEM, Álvar Eduardo Ortiz Azar, en la cual se busca reforma la Ley del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente del Estado de Campeche, con el fin disminuir el deterioro ambiental y poder conservar nuestros ecosistemas.
Actualmente, el deterioro ambiental es una de las mayores amenazas para nuestro planeta, ya que esta se produce debido a distintos daños al medio ambiente. Los diferentes factores que producen deterioro ambiental son muy variados y es importante identificarlos correctamente, para corregirlos y buscar soluciones.
GRAVES AFECTACIONES
Las consecuencias de este deterioro son variadas y puede ser la extinción de especies, pérdida de biodiversidad, pérdida de calidad del aire, contaminación del agua, erosión del suelo o aumento del efecto invernadero. Si bien muchos de estos efectos no son visibles en el corto plazo, sí que se notan a largo plazo. Es por esta razón que las acciones actuales, pueden repercutir en el deterioro ambiental futuro.
REFORMA A LA LEY
Dicho dictamen señala a lo relativo a una iniciativa para reformar la fracción XXII del artículo 8; y adicionar una fracción V ter al artículo 3 y las fracciones XXIII y XXIV al artículo 8 de la Ley del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente del Estado de Campeche.
APROBACIÓN
La ley ahora estable que corresponde al Ejecutivo estatal, por conducto de la Secretaría estatal, “fomentar una cultura preventiva que permita disminuir el grado de vulnerabilidad al fenómeno global del cambio climático”, así como “instrumentar mecanismos de convergencia entre la sociedad y el gobierno que permitan desarrollar medidas de adaptación y mitigación para enfrentar el cambio climático”, con lo que se armoniza nuestra legislación en materia ambiental con la finalidad de incorporar conceptos y políticas públicas para enfrentar de manera conjunta tanto sociedad como gobierno