CAMPECHE. Se tiene la creencia entre los mexicanos de que a los seres queridos que han pasado a la vida eterna, desde el más allá se les da licencia a las ánimas para bajar a la tierra a visitar a sus parientes vivos, y para honrarlos, en los cementerios de la Ciudad se celebraron misas, como en el camposanto de “Samulá”.
Ahí, este viernes se llevó a cabo una misa para los fieles difuntos, donde un sacerdote invitó a los presentes a vivir la fiesta de los difuntos, a elevar sus oraciones para que se abra la luz, y no estén en la oscuridad, a los que se adelantaron en el camino.
Indicó el párroco que el 2 de noviembre es la fecha para meditar sobre el valor de la vida y la muerte, un importante paso de la humanidad, y los vivos son invitados a pedir por la paz y tranquilidad de quienes ya se fueron de la tierra.
Los asistentes escucharon con atención la ceremonia religiosa, en la que fueron exhortados a orar siempre por sus seres queridos.
Niños, jóvenes, adultos y hasta personas en sillas de ruedas, acudieron al cementerio, a pesar del lodo y las piedras, pues el camposanto no ha recibido mantenimiento, por lo que muchos estuvieron incómodos escuchando la misa.