Sin duda, un pesado lastre carga a cuestas José Antonio Meade Kuribreña, precandidato de la coalición Todos por México –conformada por el PRI, PVEM y Panal– es la impopularidad del presidente Enrique Peña Nieto, quien arrastra la peor valoración de los últimos cinco titulares del Ejecutivo federal, y la más baja en lo que va de su mandato, con un 71 por ciento de desaprobación.
Otro capítulo más del estudio de CPI Latinoamérica, rubricado por Ronald Anton, detalla los problemas que tiene el PRI actualmente. Detalla que desde la llegada del tricolor a la Presidencia en 2012, el partido ha sufrido una debacle constante.
“En 2012 controlaban 21 gubernaturas, pero desde entonces, ya con Enrique Peña Nieto como presidente, el PRI ha perdido un total de 25 millones de electores y gobierna solamente en 14 estados (15 si sumamos Chiapas gobernada por su aliado el PVEM): Campeche, Coahuila, Colima, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Estado de México, Oaxaca, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala, Yucatán y Zacatecas”, anota el analista.
POR LOS MALOS RESULTADOS
Es decir, que de un Listado Nominal de 87 millones 759 mil 616 electores, el PRI estaría gobernando sobre el 43 por ciento de la Lista Nominal. Y si se suma a Chiapas, se elevaría al 47 por ciento del total.
Ronald Anton apunta otro dato interesante: “En las últimas tres elecciones el PRI ha ido obteniendo menor intención de voto conforme avanzaba la campaña electoral: En el año 2000, siete meses antes de la elección, al PRI las encuestas lo situaban como primero, con 48 puntos, y en junio la intención de voto bajó a 40. En la elección de 2006, a Madrazo las encuestas le daban al principio 33 puntos y finalmente la intención de voto quedó en 27”.