Se mostraron inconformes con la resolución del Juez, pero la sentencia fue confirmada: 54 años y seis meses de prisión.
La Fiscalía General del Estado de Campeche (FGECAM) da a conocer que la Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia del Estado confirmó la sentencia condenatoria de 54 años y seis meses de cárcel en contra de Jousef Francisco Aguilar López, Miguel Ángel Ortega Pool y Edgar Daniel Gala Te, quienes fueron encontrados culpables de los delitos de homicidio calificado y delito en materia de inhumaciones y exhumaciones de cadáveres en agravio de quien en vida respondiera al nombre de Samuel Alejandro Macgregor Cervantes, asentado en el expediente 0401/12-2013/00503.
Los hechos que relacionan a los sentenciados, tuvieron lugar el 26 de enero del 2013, cuando interceptaron a la víctima en el campo deportivo de la Universidad Autónoma de Campeche, a quien posteriormente privaron de la vida en un terreno baldío cercano ubicado en las inmediaciones del fraccionamiento Ex Hacienda Kalá.
En su momento el Ministerio Público se abocó a la integración del expediente, consignando a los tres implicados Jousef Francisco Aguilar López, Miguel Ángel Ortega Pool y Edgar Daniel Gala Te, a quienes el Juez del Ramo Penal les dictó auto de formal prisión, llevándose a cabo el proceso correspondiente que concluyó con la sentencia condenatoria.
Asimismo, el Juez del Ramo Penal los condenó a 54 años y 6 meses de prisión, quienes se mostraron inconformes con la resolución por lo que recurrieron al recurso de apelación.
El caso fue turnado a la Sala Penal donde los Magistrados realizaron los estudios correspondientes confirmando la sentencia condenatoria en su contra, misma que se encuentran compurgando en el Centro de Reinserción Social de San Francisco Kobén.
Hechos
El asesinato del joven Samuel Macgregor de 16 años de edad, perpetrado el pasado 26 de enero de 2013, día de su desaparición, fue planeado por Jouseff Francisco por celos, debido a que también se encontraba enamorado de la novia de Samuel, Cristina Sonda.
Ante ello el Procurador de Justicia del Estado, aseguró que se trata de un crimen pasional, inducido por estos celos, mismo que ya se venía planeando desde meses atrás.
Y es que según el procurador Sales Heredia, Samuel Macgregor fue torturado desde que ingresó al automóvil de los implicados, siendo Jouseff Francisco y Edward Daniel quienes realizaron estos actos, inyectándole incluso aire con una jeringa pues pensaban que con esto le provocarían un paro cardiorrespiratorio.
Además, los resultados de las investigaciones arrojaron que el asesinato fue planeado con anterioridad por Jouseff Francisco y Edward Daniel, quienes acudieron al campo de la universidad donde sabían que ese día Samuel participaría en un encuentro de voleibol, esperando que culminara el evento deportivo. Se le acercaron al joven, a quién ofrecieron llevar a su domicilio pues un amigo pasaría a buscarlos, de esta forma llegó Miguel Ángel Ortega Pool en un vehículo de la marca Ford K con placas DGV-31-85 del Estado de Campeche.
Posteriormente Miguel Ángel Ortega Pool condujo con dirección a la avenida López Portillo, hasta llegar a la con avenida Héroe de Nacozari, para seguir al entronque del crucero del poblado de Chiná, salieron a carretera federal, hasta llegar al fraccionamiento siglo XXIII, en tanto que en la trayecto, Samuel Alejandro fue sometido a golpes, uno de ellos ejerció fuerza con su antebrazo en el cuello de Samuel, para posteriormente sujetarle las manos con cinchos de plástico color blanco, mientras que con una jeringa le inyectaban aire en el cuello, con la intención de provocarle un paro cardiorrespiratorio.
Fue al llegar a la Avenida Ramón Espínola Blanco, del fraccionamiento Siglo XXIII, donde Miguel Ángel Ortega Pool detuvo la unidad motriz a la entrada de un banco de sascab, mientras que Samuel se encontraba prácticamente inconciente; los otros dos bajaron el cuerpo, mientras que el conductor permaneció junto al vehiculo, ya que aparentó que este presentaba una falla mecánica.
Posteriormente Jouseff Francisco y Edward Daniel, introdujeron el cuerpo de Samuel ciento cincuenta metros en la cima de dicho banco de sascab, para continuar golpeándolo y degollarlo con un arma blanca (cuchillo), abandonando el cuerpo, no sin antes cubrirlo con unas ramas.
