Pese a que la venta de petardos está regulada por el Ejército y las autoridades estatales, la venta clandestina e informal está a la orden del día, incluso pasando las fronteras de la tecnología, ya que hoy las mejores vías para la comercialización son el Facebook y el WhatsApp.
En los municipios del estado, se puede observar casas y comercios habilitados como puntos de distribución, y en el mejor de los casos, personas en los semáforos con su bolsa de cohetes. Cabe destacar que la Sedena ha otorgados varios permisos para la comercialización de petardos, en áreas controladas y con medidas de seguridad establecidas en caso de siniestro en Tenosique, Cárdenas, Centla, Cunduacán y Centro, entre otros.
Los Ríos…
Uno de los ejemplos está en la zona de Los Ríos, donde se prevé serán vendidos más de 40 toneladas en 600 puntos de venta de la región, con proveedores de Guatemala, Puebla y el Estado de México. Aunque los fabricantes pueden contar con los permisos emitidos por la Sedena para establecerse, fabricar, vender e incluso fuera de sus talleres; cuando llegan a los estados, comienza el fenómeno de la “ilegalidad” al venderse más de 10 kilogramos por persona y transportarlos hasta los municipios sin el permiso de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), señala Luis, un vendedor mayoritario de “palomitas y petardos” en Emiliano Zapata.
En el caso de Tenosique, un total de 14 vendedores de juegos arti¬ficiales estarán instalados en el campo de beisbol de Las Flores, sobre la calle 28, donde el Ejército Mexicano, Protección Civil estatal y municipal, y hasta Seguridad Pública, les aprobaron las medidas y protocolos de seguridad.
Centla
En un recorrido realizado por los alrededores del Parque Central Quintín Arauz Carrillo, confundidos entre los comercios y vendedores ambulantes, se pudo observar que existe a la vista artículos de petardos como chispitas, palomas, chifladores, luces de bengala, escupidores, ollitas, bombas, bomba de humo, volcanes, cañones, entre otros productos pirotécnicos que representan un peligro en la vía pública, pero que ahora con la tecnología de las redes sociales aprovechan para desde ahí ofertar el producto.
El problema se agrava por-que también estos artículos son expendidos en casas particulares sin que se tenga la autorización para expender explosivos.
Cunduacán
En Cunduacán se ha autorizado la colocación de un tianguis en los terrenos del parque de feria, donde la población podrá acudir a comprar este tipo de productos. Según los informes o¬ficiales se edi¬ficarán “garitas” para cerca de una decena de comerciantes previamente autorizados por dependencias locales como Protección Civil, Normatividad y Reglamentos, así como la Sedena, por lo que podrán expender libremente productos como palomas, cohetones, petardos, volcanes, chispas, y otros.
Cárdenas
En este municipio también habrá corredor para la venta de pirotecnia; el director de Protección Civil, Candelario Lara Alamilla dijo que “todo aquel que trate de vender este tipo de artefactos fuera del sitio autorizado estará fuera de la normatividad”, aseveró.
A pesar de la advertencia, puestos ambulantes que se encuentran en los alrededores del mercado 27 de Febrero venden sin restricciones productos de pirotecnia como luces de bengala, “chispitas”, “palomas” y tronadores.
La Sedena autorizó que los vendedores expendan productos en la categoría uno, como “chispitas” y “luces de bengala”, en la categoría 2 con “tronadores”, “chinitos” o “palomas” de un centímetro, y también hay manejo de juegos pirotécnicos en las categorías 3, 5 y 7.
Confiscan 200 kg de pólvora
Al menos cinco establecimientos donde se vendían polvorines al público en general, fueron cerrados por elementos de Protección Civil, tras no contar con permisos y medidas de seguridad pertinentes.
En este primer operativo, al menos 200 kilos de diversos artefactos explosivos de estas índoles fueron asegurados en tan sólo cinco establecimientos, unos en el mercado público, y otros en calles de la ciudad.
Con información de: Erick Ruiz, Neftalí Ortiz, Francisco Triano, Hilario Paredes y Rogelio Cano