El presidente de EU, Donald Trump, anunció que planea trasladar la embajada estadounidense a Jerusalén, a pesar de advertencias de líderes mundiales sobre los riesgos de provocar malestar en Medio Oriente. Trump ya le confirmó al líder palestino Mahmud Abas, y al rey jordano Abdalá II.
El objetivo es mostrar el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel. El estatuto de Jerusalén es un asunto clave en el conflicto palestino-israelí, y ambas partes reivindican la ciudad como su capital. "El Presidente ha sido claro: no es una cuestión de 'si', sino una cuestión de 'cuándo'. Pero no será adoptada ninguna decisión hoy", dijo el portavoz de la Casa Blanca, Hogan Gidley.
Según la portavoz Sarah Sanders, Trump hará un anuncio formal sobre la posición del país sobre el estatuto de Jerusalén. "Mañana hará una declaración", dijo Sanders en conferencia.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, dijo que el estatuto de Jerusalén es una "línea roja para los musulmanes", y amenazó con cortar los lazos diplomáticos de Turquía con Israel.
El secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Abul Gheit, expresó que los miembros de ese grupo decidieron unirse en El Cairo ante el "peligro de esta cuestión, si ésto debiera ocurrir, y a las posibles consecuencias negativas no sólo para la situación en Palestina, sino también en la región árabe e islámica".