Autoridades mexicanas buscarán identificar alrededor de tres mil fragmentos óseos, aparentemente humanos, hallados el fin de semana en una zona del norte del país, donde la violencia desatada por el crimen organizado ha recrudecido en los últimos años.
La fiscalía del estado de Coahuila, fronterizo con Estados Unidos, dijo que fragmentos de los restos fueron enviados al laboratorio de genética para cotejarlos con familiares de personas desaparecidas y así poder obtener perfiles genéticos.
Los restos fueron hallados el sábado pasado en un ejido en Coahuila por la agrupación Víctimas por sus Derechos en Acción (VIDA), fundado en 2013 e integrado por 77 personas que tienen familiares desaparecidos.
Su portavoz, Silvia Ortiz, dijo el martes a Reuters que varias personas que pidieron permanecer en el anonimato “por miedo” les indicaron la ubicación de los restos, donde acudieron en compañía de miembros de la fiscalía estatal, del Ejército y peritos.
“Por las condiciones de los restos, normalmente lo que sabemos sobre cómo se actuó es que se les quitó la vida, los cortaron, los metieron en tambos (tonel) de 200 litros, les echaron diésel y prendieron fuego para dejarlos horas quemándose, y luego los huesos los resquebrajaron con una pala”, dijo.
Una fuente de la fiscalía estatal dijo que no se puede determinar a cuántas personas corresponden los restos encontrados. En el lugar los peritos también hallaron un tonel metálico, diversos casquillos de arma de fuego, dos botones y una hebilla, como parte de la evidencia física.
Cerca de 32 mil 350 personas han sido reportadas como desaparecidas en los últimos 50 años en México, la mayoría de ellas durante el Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, con casi 18 mil 600 casos.
En Coahuila unas 300 personas habrían sido asesinadas en el 2011, según testigos, en una matanza cometida por el cártel de los Zetas, en un caso del que poco ha salido a la luz pública.
Con información de El Financiero